Agente de jugadores de MLB sobre acuerdo con Cuba: “Este tiempo se está perdiendo»

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28 Mar 1999, partido entre Cuba y los Orioles de Baltimore en el Estadio Latinoamericano. Foto: Doug Pensinger/ Allsport.

En el último lustro, diciembre ha sido un mes complaciente para Cuba y Estados Unidos. Primero llegó el 17 de diciembre de 2014, cuando ambos países inauguraron una nueva era con el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas, tras 54 largos años de ruptura. Dos días después, pero en 2018, una noticia se convirtió, seguramente, en una de las tres más importantes para el deporte cubano en el actual siglo.

La Federación Cubana de Béisbol (FCB) y las Grandes Ligas de Béisbol (MLB, según sus siglas en inglés) de Estados Unidos, con el consentimiento de la Asociación de Jugadores de la MLB (MLBPA), firmaron un trascendental acuerdo que aprueba que los peloteros cubanos afiliados a la FCB, que intervengan en la Serie Nacional y en el resto del sistema competitivo de la pelota en la Isla, pueden ser firmados por cualquiera de los 30 conjuntos que componen las Mayores sin necesidad de romper vínculos de ningún tipo con su país.

Cada día se descuenta para que llegue el 2 de julio, una de las fechas más importantes en el calendario del béisbol estadounidense, pues representa el inicio de las firmas de prospectos internacionales y Cuba podría tener en esa jornada un crucial punto de inflexión.

Referente a diferentes temáticas que se deprenden del acuerdo del 19 de diciembre pasado, Cuba Lite, gracias a las bondades de internet, dialogó con Sean Thomas*, agente estadounidense con experiencia en la representación de peloteros que han acordado con franquicias de la Gran Carpa. Thomas apuesta por que los directivos del deporte en Cuba sean concienzudos sobre lo que está en juego y que a él y a sus similares les permitan pronto trabajar en la Isla sin complicaciones.

“Fue una noticia muy importante, sobre todo para los jugadores cubanos que tienen el sueño de llegar a Grandes Ligas y muchas veces tenían que pasar situaciones muy tensas como ser parte del tráfico de personas y abandonar país, familia y prácticamente todo. Con este acuerdo esas dificultades deben desaparecer, es una gran oportunidad para los peloteros cubanos y la MLB.

“El cumplimiento del convenio era esperado por muchísimas personas, pero la realidad lo complejizaba bastante. Sin embargo, ya es un hecho y ahora solo queda ponerlo en marcha, aunque trabajar allá —en Cuba— resulta un poco difícil porque se piden muchos requisitos y hay que pasar no pocos trámites. El acuerdo está bien claro cuando dice que es un acuerdo no gubernamental entre la MLB y la Federación Cubana de béisbol y las agencias son corporaciones asociadas a las Grandes Ligas que pueden realizar su trabajo en Cuba tranquilamente, considero yo”, afirmó.

Desde que se anunció la aprobación del convenio se ha hablado muy poco de la real importancia que tiene en este asunto deportivo el papel del agente.

“Si un jugador no está asociado a una agencia será muy difícil el trabajo para conseguir una firma. Las agencias son las autorizadas para realizar las contrataciones y negociar con la MLB es muy diferente a hacerlo con las ligas a las que Cuba está acostumbrada desde que se implementó la política de contratación, con el INDER como principal intermediario. En el caso del béisbol estadounidense hay agencias creadas para negociar con la MLB porque existen numerosas leyes, todas de respetar y todas naturales de aquí —de Estados Unidos—“.

“Una de las funciones principales de la Federación Cubana es ofrecer el listado de jugadores que sean de interés para los scouts y luego liberarlos para que ellos escojan a sus agentes y puedan iniciar el camino profesional. Repito, este proceso que todavía no ha empezado sería difícil de viabilizar sin la presencia de agentes. Si existieran trabas en el trabajo de las agencias, podrían suceder demandas grandes que perjudicarían el convenio”.

Esta puerta que se está abriendo le podría dar la oportunidad de relacionarse directamente con el mercado cubano, muy valioso y codiciado como todos conocemos.

“El mercado cubano es muy rico, cuenta con una cantidad impresionante de talentos. Por eso, si nos dejan trabajar en colaboración con la Federación Cubana, las cosas pueden ser muy cómodas, tanto para el organismo como para nosotros. Además, facilitaría con mayor rapidez la llegada de estos muchachos a las organizaciones estadounidenses”.

Como todo lo que empieza, existen o existirán piedras en el camino…

“Quizás la mayor sea el bajo nivel de información que tengan los principales responsables del béisbol en Cuba sobre cómo funciona el béisbol de Grandes Ligas y sus circuitos inferiores”.

¿La agencia a la que representa ya tiene concebido un listado de jugadores de interés para franquicias de las Mayores?

“Hemos hecho un scouteo de cuáles son los jugadores que las organizaciones desean o pueden desear y la cifra es bastante grande, fundamentalmente compuesta por peloteros menores de 25 años o amateurs, que son los que más interesan porque pueden ser introducidos en las granjas y trabajar seriamente con ellos en los distintos niveles de Ligas Menores, donde enfatizan las principales deficiencias. Los atletas con más de 25 años están más formados y solucionar sus dificultades técnicas resulta más complejo, porque todos no son Yuliesky Gurriel, que con más de 30 años puede llegar a ser estrella en la MLB”.

“Con ello no quiero decir que la MLB desestime a los jugadores con 30 años o más, simplemente que sus mayores intereses no estarán en ellos. Puede que firmen a uno, dos, tal vez tres, pero no creo que quieran invertir mucho dinero en peloteros de esa edad”.

“Lo que más se busca en Grandes Ligas son lanzadores y receptores, porque son las posiciones más propensas a las lesiones, pero en realidad lo que persiguen las organizaciones es el talento puro de un jugador, aunque no sea cátcher o pitcher; siempre y cuando tenga las herramientas que ellos evalúan, son de interés”.

“Me llaman mucho la atención peloteros jóvenes como Raidel Martínez, Oscar Luis Colás, César Prieto, Javier Mirabal, Yoelkis Céspedes, Yosimar Cousín. Me encanta el lanzador camagüeyano Yariel Rodríguez. Todos esos nombres serán calientes en el draft internacional del 2 de julio, pues se trata de jugadores que, a pesar de su juventud, acumulan varias temporadas en Series Nacionales, han representado a Cuba en diferentes eventos internacionales y durante su paso por las categorías inferiores fueron puntales. Es decir, que el talento existe, solo hace falta que nos dejen trabajar en Cuba para que se vean los resultados y tener muy definido que lo prioritario es el bienestar del atleta”.

Hace poco Higinio Vélez, presidente de la Federación Cubana, afirmaba en una entrevista que si un jugador llegaba a un acuerdo de Ligas Menores realmente no le era necesario un agente y bastaba con un representante.

“El agente lo necesita todo jugador que pertenezca a cualquier equipo de Grandes Ligas y se desempeñe en Ligas Menores o en el circuito principal. En Estados Unidos son muchas las cuestiones legales con las que hay que lidiar en cualquier organización y si no tienes una agencia que te respalde puedes encontrarte en serias dificultades”.

Es evidente que Cuba necesitará en un futuro a corto plazo de agentes nacidos en la Isla y que residan en ella.

“Los agentes se preparan, pero tienen que estar muy bien capacitados sobre cómo funcionan este mecanismo, cada una de las 30 franquicias  y las leyes estadounidenses, además de la MLBPA y la MLB. Hay que tener los requisitos para obtener la licencia que te acredita como agente y también representar a una agencia, porque nuestro trabajo no es de una sola persona, sino de todo un conjunto compuesto por jurídicos, económicos, entre otras profesiones”.

“Para que quede claro, la función de un agente es asesorar y ayudar al atleta en todos los procedimientos legales que necesite para firmar, porque es el atleta quien tiene la última palabra. Por ejemplo, a la hora de firmar un acuerdo, le llevamos todas las propuestas y él es quien decide a dónde quiere ir. En otras palabras, es marchar junto a la carrera del jugador como consejero para su vida deportiva y personal, porque existen los casos de peloteros con mucho nivel que pasan a ser figuras públicas y necesitan que su comportamiento  sea un ejemplo en la sociedad”.

“Es un trabajo arduo, a golpe de disciplina y ética. El pelotero es un cliente de nosotros, nos contrata para que cuidemos sus intereses y, una vez firmado, nuestra labor se duplica o triplica, porque  aquí —en Estados Unidos— se pagan impuestos y hay que estar muy pendientes de ese sistema financiero. Cuando se trata de un atleta millonario que presenta irregularidades, el fisco le puede pasar factura y si no está capacitado se arriesga a perderlo casi todo”.

¿Confía en que este acuerdo se ponga en marcha pronto de manera satisfactoria?

“Creo que sí, pero también considero que este tiempo se está perdiendo. Hace falta que la Federación Cubana permita trabajar ya a las personas interesadas y, fundamentalmente a las agencias, que conocen muy bien cómo es el trabajo con las organizaciones de Grandes Ligas. Si esto ocurre, para julio podría existir una marea de firmas de prospectos cubanos”.

*El entrevistado solicitó no publicar su nombre.

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