#checkpoint: «Punch-Out»: las ganas de ser campeón de boxeo

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Mike’s Tyson Punch-Out!! (1987) fue la versión para Nintendo Entertainment System (NES) del Punch-Out!! (1984) de Arcade; también hubo una secuela, Super Punch-Out!! (1985), antes de que Nintendo se decidiese a llevar a los hogares aquellas peleas que nada tenían que ver con el boxeo. Gracias a un contrato firmado con Mike Tyson, llegaron a un acuerdo para que el campeón de peso pesado fuese el último rival a vencer en esta nueva entrega de la saga, que terminaría por ser la que convirtiese al juego en objeto de culto.

En nuestro viaje para retar a Mike Tyson interpretamos a Little Mac, un pequeño boxeador que debe saltar para poder contactar con el rostro de sus rivales, y recibe mucho más daño que sus contrincantes cuando encaja algún golpe. Con este pretexto, el juego nos exige grandes reflejos y no da margen para muchos errores. A los pocos fallos terminaríamos con Mac en la lona.

Antes mencionaba que este Mike’s Tyson Punch-Out!! no tiene nada que ver con una pelea real de boxeo. No hay desplazamientos en el ring, todo transcurre en una posición fija: apenas esquivamos los golpes con ligeros movimientos a la derecha o a la izquierda, o nos cubrimos con la guardia; y la mayoría de nuestros rivales tienen algún súper poder, típico de la época. ¿Elementos que sí tiene de semejante con el boxeo? Reflejos, nuestra principal arma ante los rivales; estudio del oponente, que en este caso lo hacemos al caer derrotados una y otra vez, y capacidad para anticipar los ataques del rival. Este fue un videojuego un poco diferente para la época; si bien los movimientos de los boxeadores a derrotar casi nunca exceden los cinco, hay un momento en que dejan de ser lineales, y te toca identificar pequeñas señales que el juego te envía antes de que el rival intente alguno. Pueden ser las cejas, un pequeño destello, el giro del dorso antes de lanzar un gancho. A veces la velocidad de reacción es mínima, milimétrica, tanto para aprovechar una apertura como para esquivar y contratacar. Otra mecánica interesante del juego está en el uppercut de Little Mac; para utilizarlo debemos primero ganar una estrella al golpear a nuestros rivales en determinado momento, casi siempre en pequeñas fisuras que tienen sus movimientos. Y con estas estrellas es que podemos usar el uppercut, que aumenta el daño provocado al contrincante, y nos ayuda a enviarlos a la lona.

Además de estar creados con muchísimo cariño (cada uno es muy fácil de identificar con solo verle el rostro o los movimientos en el ring), uno de los principales motivos de su éxito es el carisma de los boxeadores que enfrentamos. Con pequeñas líneas de diálogo en los descansos entre rounds y sus actitudes en el ring, cada peleador adquiere una personalidad, muchas veces llena de estereotipos. Nuestro primer rival es Glass Joe, con una victoria y noventa y nueve derrotas. Cada una de sus líneas dejan patente que se trata de un perdedor, cansado del boxeo y de cada golpiza que ha recibido. Soda Popinski (llamado en las versiones anteriores Vodka Drunkisnki) es un alcohólico, todos sus chistes son referidos a tomar o estar borracho; además de ser un tipo bien desagradable, es el único rival que se ríe de nosotros cada vez que nos están aplicando el conteo de protección. Bald Bull, según la descripción, turco, pero con toda la actitud de un chico del Bronx; se comporta como un intimidador, un abusador de toda la vida. Don Flamenco, un español que antes de cada pelea danza con una rosa en la boca, siempre está muy preocupado por las apariencias de su supuesta belleza física y, además, una de sus técnicas es invitarnos a atacar para buscar él una brecha con contrataques; Don Flamenco es esa persona que se cree agradable y quiere hacérselo saber a todo el mundo. También están Mr. Sandman y Super Macho Man, dos tipos pedantes que actúan como par de imbéciles por estar en la cima del boxeo. Mucho mérito a quien construyó estos personajes con tres o cuatro frases.

Mike Tyson, es considerado por muchas listas y documentales como uno de los jefes de nivel más difíciles de Nintendo (algunos exagerados dicen que de la historia de los videojuegos). Es uno de los peleadores más aleatorios. De hecho, casi todo el mundo recomienda pelear frente a él sin intentar predecir qué puede hacer o cuánto demorará en hacer determinado movimiento. Lo mejor es reaccionar. Por suerte, a diferencia de los dos rivales anteriores, a Tyson no es necesario noquearlo o derribarlo tres veces, con un acumulado de cinco mil puntos se le puede derrotar. Igual es un consuelo de tontos. Y una medalla al genio que decidió colocar a Mario como referee.

Como muchos videojuegos de finales de los ochenta e inicios de los noventa, la melodía quedó grabada a fuego en muchos jugadores, por ser repetitiva y por la cantidad de horas que había que dedicarle para poder avanzar. Su banda sonora es uno de los himnos de Nintendo.

En posteriores versiones del juego, Mike Tyson dejó de ser el rival final, básicamente porque dejó de ser el campeón. Se sustituyó por Mr. Dreamland, aunque las líneas de diálogos y el diseño del personaje no cambiaron. Hubo dos entregas más: una para Super Nintendo, Super Punch-Out!! (1994), y otra para Wii, Punch-Out!! (2009). En el primero la estética cambió, más cercana a la de máquinas arcade. Y el segundo se adaptó al nuevo medio con muchísimo éxito, casi todos los reviews del juego fueron positivos.

Mike Tyson’s Punch-Out!! no es para pasar el rato y despejar. Dedicarle unas horas en la actualidad es para estudiar de forma metódica a cada uno de los boxeadores, disfrutar la dificultad y llenarnos de alegría cada vez que derribamos a los gigantescos rivales, sin importar cuántas veces se levanten. Y por supuesto, enfrentar a Mike Tyson, porque sin importar la dificultad, esta será la única oportunidad que tengamos en la vida de noquear a Iron Mike.

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