Fiebre

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Foto tomada de Bekia Salud (Ilustrativa).

Estoy sudando porque estoy dejando de tener fiebre pero es momentáneo. La fiebre es una cosa que entra y sale del cuerpo por lo menos cuatro veces al año.

Estuve toda la noche con frío. Llegué de ver al niño, estaba temblando, me tiré en la cama con un pulóver, me metí en la colcha, prendí el televisor y vi un programa sobre mentiras y prostitución, pero a medida que iba avanzando me iba quedando dormido. Los párpados empezaron a controlarme el cuerpo y tenía flashazos de lucidez. Seguía, más o menos, el hilo de las mentiras, e iba concluyendo en que a lo mejor no decía mentiras, sino que mi cabeza iba tomando pedazos del programa e iba armando un programa nuevo para que soñara, y ese programa volvía a conectarse con el real en un punto en que, obvio, mi cabeza dejaba de entenderlo. En el otro canal había béisbol y me aburrí.

Al fin, cerré los ojos.

Recuerdo que primero acomodé la cabeza hacia el lado contrario al televisor y no lo había apagado, así que iluminaba la quietud pavorosa del cuarto y era algo molestísimo. Lo apagué y hubo demasiado silencio. Demasiada oscuridad. Era peor. Sin embargo me acurruqué en la almohada, debajo de la colcha, tenía frío, empezaron a moverse los fantasmas del edificio, luz intermitente, voces regadas, un gallo que canta, una cuchara que raspa un caldero, los sonidos macabros de la oscuridad. Después, en algún punto donde ya mi cabeza estaba REM, perdí el conocimiento.

Lo recobré a las tres de la mañana porque tenía el celular debajo de todo el cuerpo y era como el chícharo debajo del colchón de la princesa.

Lo recobré a las seis de la mañana cuando la negra grande del quinto piso empezó a despertar a sus negritas a grito puro y odio.

Lo recobré a las 11 de la mañana y ya tenía el pulóver empapado en sudor.

Ahora, a las 11.30, mientras caliento el agua, todavía tengo un taladro en la nuca que me punza el cerebro, todavía sudo chorritos de fiebre, tengo deseos de seguir durmiendo pero tengo que salir a la calle, y seguir construyendo mi película aunque mi cabeza no pueda entenderla.

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Jesús Jank Curbelo
Jesús Jank Curbelo (La Habana, 1991). Padre de Ignacio en 2014. Graduado de Periodismo en 2016. Ha publicado Los Perros (novela, Guantanamera, 2017) y textos en revistas y antologías en dos o tres países. Guionista de espacios dramatizados para RadioArte (2013–2015). Reportero y columnista del diario Granma (2015–2018). Reportero en Periodismo de Barrio y columnista en El Toque.
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