Jardiel González: «En esta vida de hoy tienes muchos motivos para llorar, pero yo elijo seguir riendo»

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Foto tomada del perfil en Instagram de Jardiel (@jardielhumorista).

En los años 90, Punto y Coma (P&C) llegó a convertirse en uno de los grupos humorísticos más populares de toda Cuba. Su particular forma de parodiar canciones de moda y sus hilarantes sketches se propagaron por toda la Isla y más allá, mayormente en formato de casetes, por lo cual, en principio era un poco complicado conocer quiénes estaban detrás de aquellos chistes.

Pasado algún tiempo, comenzaron a hacer presentaciones y a realizar videoclips que marcaron una época en las maneras de sacarle una sonrisa a la gente.

Años después, P&C cambió mucho, pero Jardiel González, uno de los últimos integrantes en sumarse al proyecto nacido en 1994, sigue haciendo humor de forma incansable. Sobre sus comienzos en los escenarios y el recorrido que lo ha llevado a mantenerse activo más dos décadas después, el pinareño conversó con Cubalite.

¿Cómo llega al humor?

Al humor llego desde la Universidad de La Habana. Allí pertenecía a un grupo aficionado con el que nos presentábamos en Círculos Sociales habaneros. En enero de 1996 pasé a ser uno de los integrantes del grupo P&C.

Cuénteme sobre su juventud ¿Fue siempre un muchacho “gracioso”? ¿Era el humor parte de su vida familiar?

Desde siempre disfruté hacer reír. En mi casa se hacía mucho humor, se cantaba, se improvisaban décimas y se bailaba bastante, se escuchaba mucha música y chistes. En mis etapas de secundaria y el pre, participaba en todas las actividades culturales representando pequeñas obras humorísticas que yo mismo escribía, montaba e interpretaba. Luego, en la universidad, continué interesado en la comedia.

¿Cómo recuerda la experiencia en los años iniciales de P&C?

P&Cfue una experiencia formadora. Nos insertamos en los circuitos de humor, tanto nacional como internacionalmente. Actuamos en teatros, radio, televisión, con buen desempeño y aceptación. Durante esa etapa tuve la posibilidad de estudiar Teatro Musical en el Instituto Superior de Arte, así como Dirección Artística.

¿Cuáles fueron las claves para el éxito de P&C?

Con P&C hicimos reír a mucha gente de varias generaciones, y pienso que nuestra mejor arma fue lo tan diferentes que éramos, artísticamente hablando, los cinco integrantes. Al empastar se lograba una versatilidad interesante, abarcadora y que gustaba a la mayoría.

¿Cómo vivió la separación de P&C?

De los cinco miembros que llegamos a ser el núcleo de P&C, el primer integrante que dejó la agrupación lo hizo en 2004. Luego, en 2006 se marchó otro, y el último lo hizo en 2013, o sea, que el alejamiento de lo que logramos alcanzar y ser desde la fundación del grupo no sucedió de golpe, pues transcurrieron poco a poco adecuaciones, adaptaciones y otras formas de hacer. Nuestra desunión, desde el punto de vista artístico-creativo, no fue traumática.

¿Qué tipo de humor le funciona mejor? ¿Por qué?

Me divierto haciendo humor que toque temáticas de la cotidianidad cubana, ya sea humor negro, verde, blanco, absurdo, monólogos, canciones o pequeños sketches. Estudio, me preparo, me actualizo, escribo, reviso y defiendo tanto literaria como escénicamente. Me río “seriamente” de muchas cosas de las que me rodean, y si me divierten y/o me motivan para ello, pues les hago una sátira.

¿Qué piensa de la interacción del artista con el público? ¿Debería haber límites al respecto?

Los artistas siempre interactúan con la gente, esa interacción siempre está, ya sea de una forma o de otra, en mayor o menor escala. De todo lo que ofrezca un artista, de la rama que sea, sus límites se los impone el público, al menos así es como debiera ser. En el caso del humor, puede un humorista gustar o no, dar risa o no, herir sensibilidades o no, molestar u ofender o no, pero de eso solo dan las respuestas los diferentes públicos. Queda en las manos de uno darse cuenta, moldear, superarse, crear, adecuarse, trabajar, reinventarse para lograr ser efectivo en su trabajo.

¿Qué pudiera estar frenando ahora mismo al humor y a los humoristas cubanos?

En Cuba, los espacios humorísticos en los medios de comunicación son escasos y así ha sido por mucho tiempo debido a disímiles razones: la calidad de las propuestas, la censura de diferentes índoles, lógicas e ilógicas… Esas cosas pueden y deberían cambiar para bien y por la salud del humor cubano dentro de la Isla. Existen pocos teatros y cines funcionando en nuestro país, pero en los que hay, se propone humor con frecuencia, así como en centros culturales y espacios nocturnos estatales y no estatales.

¿Cuál es la materia prima de sus chistes o espectáculos?

Mi materia prima para reír e intentar hacer reír con mis creaciones está en mi barrio, en mi entorno actual y no tan actual también. Está en la televisión, en el estudio, en informarme acerca de todo, en ver otras obras, en conocer otros humoristas… En esta vida de hoy si quieres llorar tienes muchos motivos, pero yo elijo seguir riendo.

¿Quiénes son sus ídolos dentro del mundo humorístico?

Yo he aprendido y aprendo de muchos humoristas cubanos de dentro y fuera de Cuba, al igual que de otras latitudes, pero mis cómicos preferidos son mis vecinos y mi madre, quien ha sido, sin dudas, un patrón para mí en ese sentido.

¿Qué opina del humor cubano actual?

El humor cubano dentro y fuera de la Isla es muy rico y lo ha sido siempre, pero creo que le falta juventud. No conozco humoristas reconocidos en Cuba menores de 35 años. En mi época, la mayoría de los que comenzamos en esto rondábamos los 20 años de edad y recuerdo que se ponían a nuestra disposición talleres de superación y estudio con conferencias prácticas y teóricas sobre teatro, danza, expresión corporal, lenguaje extraverbal, Historia del Arte, impartidas siempre por eminentes maestros. Siento que ahora mismo el humor cubano carece de relevo y no tiene otra forma de preparación diferente a la autodidacta.

¿Cuáles son sus aficiones y tareas cuando no está haciendo reír a otros, profesionalmente hablando?

Mis aficiones número uno y dos son mis hijos. Hago ejercicios físicos, me alimento sano, no tomo bebidas alcohólicas, me informo mucho e intento mantenerme atento a todo lo que sucede. El resto de mi tiempo lo paso divirtiéndome, trabajando en lo mío, en mi humor.

¿Actualmente cuáles son sus proyectos y dónde se presenta?

Cuando pasemos a una fase post-Covid que lo permita, pretendo retomar mis presentaciones en los centros nocturnos capitalinos y del resto del país, como son el Café TV, el Club Imágenes, el Club Cocodrilo, los Centro Culturales de Artex y algunos cines y teatros, justo como hacía antes de la pandemia. Ahora mismo sigo subiendo contenido a mi página oficial de Facebook, a mi Instagram y a Youtube. Así continúo trabajando mientras espero y me cuido.

¿Si no hubiera sido humorista, a qué se hubiera dedicado?

Yo soy Licenciado en Ciencias Farmacéuticas, para lo cual me preparé y estudié mucho, aunque solo ejercí la profesión por un período de tres años. No obstante, ya en el mundo del arte, de no ser humorista, me hubiera dedicado a la música cubana y me encantaría haber sido tecladista.

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