Tracklist

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Foto tomada de The Daily Californian.

Después de horas boqueando frente a un nuevo documento de Word, me puse música. Modo random, con audífonos. Lo que tengo en el reproductor del teléfono es un viaje por mi vida. Cada tema de esos me lleva a algo, me pone en un sitio o con alguien y eso me suelta nostálgico. Mientras escuchaba escribí estas cosas: la viñeta que trae de recuerdo cada canción.

Mala Rodríguez – Memorias del futuro: Yo no quería dejarla pero hacía rato que discutíamos: por el capitalismo y por quién friega la cafetera, por García Canclini y a quién le toca bajar la basura. Llevábamos 500 años juntos. Cinco días después del primer beso. Yo andaba con un piercing y la toxicidad del parque encima, tremendas perras ganas de ser friki y de ser rapero y de ser rastafari. Ella era una florecita del campo, una espiral, las líneas que interrumpen la carretera, muchas cosas lindas. Yo era feliz con ella y discutíamos. Y cuando discutíamos yo oía este tema hasta el infinito. Es la canción más triste de la Mala, y otra con Julieta Venegas que está en ese mismo disco. Cuando por fin me decidí a dejarla, aunque era una pantalla, le escribí con mayúsculas los dos versos del tema: “Si no abres tus brazos no podrás sentirme/ No me duele na’ porque ya no tengo cuerpo”.

Melendi – Con solo una sonrisa: Aquella madrugada, Andy nos dijo que este era el track de después de singarse a cualquier mujer. El track de la nostalgia. Nos dijo que cogía la guitarra en cueros en el borde de la cama, que la cantaba viendo la silueta de ella en la poquita luz, vacía. Andy tenía el corazón partido. Como todos nosotros en aquella fecha, roto por cualquiera: por el parque, por los amaneceres, por el país y por la nicotina. Teníamos como 18 años. Andy nos dijo aquello sobre este track una noche en su casa, habíamos salido de G-Café para ninguna parte y terminamos allí con la guitarra, una pila de tipos y dos mujeres. Repasé la letra: luna llena, palabras que desgarran. Me habían acabado días antes con el corazón. Durante par de meses tarareé esta canción después de singar, sin que nadie supiera.

José González – Save your day: Las madrugadas más tristes del mundo, los poemas más hondos que he disparado, los cigarros más largos, las veces que no he acabado conmigo, los sentidos más raros que le he encontrado a todo, los insomnios, los bisturís y todas esas cosas, las puso este señor en este tema.

Green Day – Boulevard of broken dreams: Nacho y yo en un murito del Bosque de la Amistad de la Lenin, fugados del docente, esperando que volvieran del huerto las chiquillas que nos traían locos. Las habíamos conocido días antes, por un intercambio de regalos anónimo que inventaron entre mi aula y la de ellas. Nacho cayó flechado y yo también. De mirarlas. La mía era china y maciza. Reía chulo y oía a Marilyn Manson. La de él era alta y usaba Converse como a él le gusta. Esa tarde, en el Bosque, yo andaba con pulóver apretado para que se me marcaran los cuadritos. Nacho tenía esa pinta roquera que tuvo siempre. Oíamos este tema cada uno en un audífono, con un mp3 viejo de pilas. Recién bañados y oliendo a perfume. Ellas volvieron del campo churrosas y rojas de sol, nos vieron desde lejos y se acercaron. Estábamos en eso de empatarnos, que da mucha cosquilla. No estoy seguro de qué pasó luego.

Damien Rice – Eskimo: No la estaba escuchando, pero fue la que vino a mi cabeza cuando supe que había sucedido. Era de madrugada, no estoy seguro de la hora exacta. Llevaba toda la noche en el hospital. Iba a nacer mi enano. Llovía mucho y yo daba salticos y caminaba por aquel pasillo muerto de nervios y muerto de amor tres días después de mis 23 años. Salía a fumar cada cinco minutos. Oía mucho una canción de Drexler. En algún momento hubo una pelea. En algún momento pasaron cosas bastante fulas a mi alrededor y ni me di cuenta. Fumaba y fumaba. Y daba saltos. Cuando salió el médico y dijo que había nacido, cuando lo vi en las fotos llorando como un loco en la camilla, lloré también. Sentí que aquel enano blanco como un esquimal era quien me iba a sacar la vida de mis días down.

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Jesús Jank Curbelo
Jesús Jank Curbelo (La Habana, 1991). Padre de Ignacio en 2014. Graduado de Periodismo en 2016. Ha publicado Los Perros (novela, Guantanamera, 2017) y textos en revistas y antologías en dos o tres países. Guionista de espacios dramatizados para RadioArte (2013–2015). Reportero y columnista del diario Granma (2015–2018). Reportero en Periodismo de Barrio y columnista en El Toque.
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