15 juegos para divertirte sin tecnología

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La tecnología es algo difícil de calificar. Por una parte, es justo decir que sin su enorme desarrollo y puesta en marcha, a día de hoy nuestras vidas serían mucho más complejas y enredadas. A nadie se le ocurriría imaginar el mundo sin teléfonos móviles, trenes bala, supercomputadoras o aviones supersónicos.

Pero… sucede que en nuestro tiempo existen ciertas contraindicaciones en torno a ciertos avances, cuya dependencia indiscriminada puede causar daños físicos y emocionales a los usuarios. No son pocos los casos de depresión, ansiedad y enajenación mental en personas que se han vuelto literalmente “adictas” a internet o a los videojuegos.

Como aquí en Cubalite nos interesamos seriamente por el bienestar de nuestros lectores, hemos decidido recomendarles unas cuantas opciones para que no se conviertan en próximas víctimas de esa peligrosa relación de dependencia a la que se arriesgan, por ejemplo, cuando no son capaces —ni un solo minuto— de despegar sus ojos de la pantalla del móvil.

Eso sí, les advertimos que si pensaron en una lista de recomendaciones aburrida y sermoneadora, se equivocan. Lo que viene a continuación es una serie de entretenidos pasatiempos para que puedas pasarla bien sin necesidad de estar “conectado” a nada más que tu familia o amigos. Siempre recuerda que la gente es lo que le da sentido a todo.

Dominó

10 consejos para jugar al dominó como un cubano experto

El rey por excelencia de los juegos de mesa en Cuba viste de blanco y negro, y puede tenernos “en línea” durante horas. Aunque su variante clásica (la de 28 fichas) tiene sus orígenes en la China del siglo XIII, aquí en nuestro país preferimos la modalidad de 55, esa que incluye desde el “doble-blanco” hasta “doble nueve”, y que se lleva en largas hojas de anotaciones, llenas de “pollonas” (ganar invicto) y “viajeras” (ganar en una sola data) .

Parchís

Foto tomada de ABC.

Cuatro colores, una meta, y muchos (muchos) obstáculos por el medio. Algo así es el parchís, un juego aparentemente sencillo, pero en el cual es definitivo el uso de estrategia para “serruchar el piso” a tus contrarios, mientras intentas llevar tus cuatro fichas hasta el final del camino. Come y siéntete comido, camina “doble”, regresa a la casilla de salida y aprende de memoria el tablero para no tener que contar los pasos y moverte de un solo “salto”. Por si lo anterior te parece poco, recomendamos buscar la variante de seis colores, en donde el “caos” puede llegar a ser mucho mayor.

Las trivias

Jugar a las preguntas puede parecer algo demasiado sencillo, pero si se arman dos equipos y se apuesta algo, la noche puede convertirse en algo memorable. Cada grupo responderá una pregunta por turno, de una lista de tarjetas que se colocarán sobre la mesa. Al final, los que resulten menos sabiondos, deberán soportar el “chucho” de los ganadores todo el tiempo que dure el “castigo”, que bien puede ser fregar los platos, limpiar la cocina o filmar un video diciendo que sus oponentes son los mejores.

Ajedrez

Foto tomada de chess.com.

Aunque aquí entramos en un nivel superior de complejidad, pues todos sabemos que el ajedrez no es un simple juego-para-pasar-el-rato, igual puede convertirse en una práctica interesante si las personas que se dedican a él ponen interés en aprender la magia de este descendiente del milenario chaturanga. Tampoco es que lleguen a conseguir normas de Gran Maestro, pero sí es seguro que ejercitarán sus mentes mucho más que consultando Facebook.

Los rompecabezas

Tal vez no es la más dinámica de todas las opciones que aquí les presentamos, pero sí se encuentra entre las más entretenidas. Pueden comenzar con sets sencillos de 100 a 150 piezas, para que vayan calentando motores, y luego atreverse con retos de 600 a 1000 partes, de esos que pueden tardar días y hasta semanas en ser completados. La satisfacción que se siente cuando uno completa semejante puzzle, queda convertida en  reto cuando se decide volver a mezclarlo con la intención de empezar otra vez la aventura de darle forma.

Monopoly

Foto tomada de Regla de Tercios.

Si te gusta la economía básica, este es tu juego. Pasa horas intentando adueñarte del tablero, mientras compras, vendes, modificas o hipotecas propiedades, a la vez que negocias con tus colegas para agrandar tu “monopolio” de 50×50 centímetros. Muchos no lo dirán, pero el dilema más grande de este increíble pasatiempo, suele ser quién se queda con la dichosa ficha del “automóvil” (un Ford 40 Special Speedster 1934) para empezar la partida. Si deseas ampliar la experiencia, puedes buscar versiones temáticas como la de Juego de Tronos, La Guerra de las Galaxias, Los Simpson o Disney.

Cubilete

La baraja americana llevada a los dados nos permite crear una gran variedad de modalidades para sacarle el zumo al quinteto de piezas que vienen dentro del famoso cilindro de cuero o plástico, el mismo que da nombre al juego. Entre las variantes más usadas está esa que proviene del Kiriki vasco y va de lanzar tres veces los dados para retar a nuestros oponentes a superar el “tiro” en una ronda, durante la cual todos querrán buscar la ansiada “carabina”, combinación de Reinas y Ases que puede darnos boosts de dos puntos o “patas” (mixta), cinco (de Reyes), o diez (de Ases), esta última válida para conseguir una victoria inmediata.

Adivina la película

“Prima” cercana de las trivias, por ser una costumbre habitual en reuniones amistosas, este juego de mímica ha provocado más divorcios que todas las infidelidades del planeta juntas. Aunque originalmente se usa en su variante “cinematográfica”, también puede extenderse a las series, siempre y cuando se cumpla la norma básica de que el título sea fácil de traducir al lenguaje gestual. Igual que ocurre con otros juegos, puede incluir un castigo para el bando perdedor.

Damas y damas chinas

Foto tomada de okdiario.

Estas diferentes modalidades de sobremesa representan dos variantes para pensar y divertirse a dúo o en grupos de hasta seis, respectivamente. Mientras la primera es muy similar al ajedrez, con el cual puede compartir tablero, la otra tiene más de puzzle, pues va de intentar mover todas tus fichas de colores hasta el otro extremo del hexágono, un “viaje” que puede demorar en dependencia de la habilidad del jugador.

El personaje famoso

Coloca un grupo de nombres célebres en una caja, elige uno y colócalo en tu frente. Luego pasa un buen rato tratando de adivinar quién «eres», mediante preguntas de sí o no. Vamos, que se trata de algo parecido a un “Escriba y lea para la gente de a pie”, con el agregado de que aquí tendremos unas cuantas personas en contra, quienes buscarán distraernos y confundirnos en todo momento, con tal de que no logremos dar con nuestra “identidad”.

Scrabble

Preferido por aquellos que aman los crucigramas, el Scrabble no es el tipo de juegos al que deberías atreverte solamente por placer. Es recomendable empezar poco a poco e irse superando en materia de vocabulario, antes de aspirar a vencer a rivales experimentados. Advertimos a aquellos que gustan de “hacerse los bárbaros sin tener argumentos”, que pueden terminar recibiendo una paliza de proporciones épicas.

Jenga

Captura de pantalla de un video en YouTube.

Simpleza es la palabra que describe este juego, que consiste en armar una torre de bloques de madera, sólo para intentar desmontarla hasta el límite de lo posible. Resulta muy entretenido ir descubriendo cómo cada pieza es ligeramente diferente al resto, y en consecuencia aprender a “liberar” sólo esas que se encuentran más sueltas dentro de la armazón. Lo que sucede es que todos no tienen la misma paciencia, y puede pasar que la torre se mantenga erguida e imperturbable hasta que llegue un tosco que nos ponga a recoger sus pedazos por todo el piso.

Cartas

Esta variante es una de las más antiguas y nos permite escoger entre un amplísimo “arsenal” de opciones. Así, podemos elegir entre la baraja francesa, americana o española para jugar a la canasta, el póker o la brisca, respectivamente. También existen sets diseñados para un solo juego, como es el caso del UNO o La Solterona. Por último, existen los coleccionables al estilo de Yu-Gi-Oh y Magic, el encuentro, que poseen reglas mucho más complejas y una variedad de cartas en continua expansión.

Twister

Foto tomada de okdiario.

Si quieres ponerle un poco de humor y/o “picante” a la “actividad”, deberías probar con este popular juego, en donde cada jugador deberá colocar una parte de su anatomía en el color que “ordene” la flecha giratoria. Puede ser que todo comience normal, pero ya verás cómo con el paso de las rondas todos terminan enredados en posiciones que, o bien son extremadamente “comprometedoras” o bastante hilarantes.

La oca

Foto tomada de comojugar.info.

Para cerrar, lo hacemos con uno de los superclásicos de todos los tiempos. Surgido en la década de 1880, este juego se ha expandido al mundo entero, gracias a la sencillez de las reglas y su dinamismo. Su principio es el siguiente: en un tablero de 63 casillas, organizadas en forma de caracol, tendremos que mover nuestra ficha rumbo a la meta. A lo largo del recorrido, encontraremos casillas como La oca, que nos permitirá avanzar hasta la próxima “ave” y volver a tirar, mientras se repite «de oca en oca y tiro porque me toca». Asimismo están El puente (hay que retroceder hasta el anterior), La posada (dos turnos sin tirar), El pozo (sin tirar hasta que otro caiga ahí) y La última casilla, a la cual debe llegarse con una tirada exacta, pues si no, debemos dar “marcha atrás” tantos pasos como puntos sobren.

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