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- Las telenovelas cubanas no enganchan. Por suerte son solo lunes, miércoles y viernes, y ya estamos acostumbrados.
- Al inicio de una nueva novela, siempre lo mismo: se plantea la trama y uno asume o se entera de la duración de la misma y piensa que no da para tantos capítulos. Con el paso del tiempo, este pensamiento se agudiza, a la vez que el audiovisual se alarga y ralentiza y el desenlace no se ve llegar.
- Las últimas, en un intento de retratar la sociedad cubana actual, se han centrado en los conflictos de una familia (aunque haya otras historias de relleno) que giran en torno a los problemas de la vivienda, el dinero o el engaño (algunos directores y guionistas quizás consideren que al representar el día a día se volverán cool. Por el contrario, cuando uno enciende el televisor luego del noticiero, tal vez espera evadirse un poco de la realidad, no seguir preocupándose por lo mismo).
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- Las mejores son aquellas con historias entrelazadas, donde al final, todos acaban con todos, es decir, las parejas que se plantean al inicio se rompen o se intercambian y los que antes fueron familia política ahora son marido y mujer.
- Te puedes saltar varios capítulos y no te pierdes nada interesante. Cuando reanudas es como si no hubiera pasado nada.
- Debe haber, por ley no escrita, un muchacho bonito para atraer al público femenino y una mujer joven, preferiblemente, para que salga enseñando su cuerpo con poca ropa para, de alguna manera, atraer a los hombres.
- Santa María del Porvenir, por ejemplo, no tiene comparación con ninguna. Es el verdadero significado de “sin palabras para describirlo”: llueve dinero, decorado de cartón, relaciones tipo siglo XVII, …
- En las presentaciones ha habido de todo, desde muy abstractas, con dibujos animados o complejas ilustraciones, hasta otras demasiado evidentes con flashazos de escenas a lo Windows Movie Maker que te anuncian el lío que tendrán dos personajes y luego vives todo el tiempo a la espera de que eso pase.
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- Las filmaciones en exteriores se agradecen, algunas más que otras. Ciertos planos de mar, sol y demasiada luz sobran, pero son insufribles también todos los conflictos al interior de una misma casa.
- En algunas no hay malos o personajes negativos, en otras, demasiados. La Yía Caamaño es de las “mejores” villanas, a quien todo le salió bien.
- En Vidas cruzadas, una de las últimas, un mismo actor tenía 3 papeles. ¿Qué necesidad? En ocasiones no sabías cuál de ellos estaba interpretando.
- El mismo elenco de actores. Siempre me ha parecido un recurso muy interesante contar la novela actual ligada a la anterior: “entonces Pedro, el que en la otra novela era Juan…”.
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- Se cumple la teoría del policiaco cubano de los últimos años: “el que es ladrón en un capítulo, es agente en el otro”. En este caso, el que es pobre o delincuente en una, es un afortunado en la siguiente novela.
- Hay personajes muy icónicos, que no se olvidan, ya sea por bueno o malo, y es así que, para siempre, Sahily Cabezas será Amandita mientras Roberto Faxas seguirá siendo Polvo en el Viento.
- La música, desde Arnaldo y su Talismán, Raúl Paz, hasta una supuesta oda al machismo hacen desear las melodías instrumentales.
- Las cortinillas, o lo que es lo mismo, esas imágenes que se usan para indicar que ha transcurrido el tiempo casi siempre muestran los mismos planos de La Habana, el Morro y el malecón.
- Las vistas aéreas, hechas presumiblemente con drones, que no aportan nada.
- Hasta cuándo Enrique Molina seguirá encasillado en los mismos personajes de cabecilla de familia o padre retrógrado
- No puedo terminar sin mencionar los cierres alegórico–festivos de las novelas cubanas. Siempre parece existir una boda, quince, cumpleaños, nacimiento, bautizo o fiesta del sindicato que celebrar y ese espacio se convierte en el lugar donde todos, malos y buenos, se arreglan y deciden vivir felices… hasta que se vuelvan a encontrar en el casting de la próxima entrega.
“En Vidas cruzadas, una de las últimas, un mismo actor tenía 3 papeles” qué actor tenía 3 papeles? y cuáles eran? (ahora mismo solo recuerdo los “hermanos gemelos” que se me escapó?)
Es ese mismo caso, pero escrito con ironía. El actor Saúl Rojas quien interpretó a los gemelos, tenía una doble vida con uno de esos personajes. Debido a lo anterior se dice que encarnaba 3 roles diferentes y, en ocasiones, no se podía identificar cuál era. Igual es solo un criterio, todas las opiniones son válidas.
🤦🏻♂️
No enganchan porque la “luz” sobre la realidad que tratan de plasmar no es clara: todo está condicionado por el mismo mensaje ideologico…
La mayoría de esos aspectos no son exclusivos de la televisión cubana, sino que pueden ser perfectamente aplicados a novelas brasileñas, mexicanas, turcas…