Aquí los 6 cubanos que jugaron en los 2 torneos de clubes más importantes de Europa

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Leonel Céspedes durante su etapa con los Huskies. Foto tomada de la página web oficial del elenco francés.

Los campeonatos continentales del béisbol europeo finalizaron recientemente, lo cual significó el regreso de este tipo de competiciones tras un 2020 en que fueron suspendidas debido a la pandemia.

La Copa de Campeones de Europa, principal evento de la región a nivel de clubes, realizado del 13 al 17 de julio en el Arrows Park de Ostrava, República Checa, contó con participación de ocho planteles divididos en par de grupos.

En la llave A estuvieron el Curaçao Neptunus (Países Bajos), el Fortitudo Baseball Club 1953 S.S.D. (Italia), los Heidenheim Heideköpfe (Alemania) y los Rouen Huskies (Francia), mientras el B tuvo como protagonistas al 1949 Parma Baseball Club S.S.D (Italia), los Bonn Capitals (Alemania), al L&D Amsterdam (Países Bajos) y a los locales del SKSB Arrows Ostrava.

Tras finalizar la liguilla, los dos primeros clasificados de cada apartado avanzaron a semifinales, en donde los de Parma vencieron a Fortitudo (5-1) y los del Bonn superaron al Neptunus (8-7) para colarse en el choque definitivo.

En la discusión del título, los italianos lograron imponerse 6 a 4 y se llevaron a casa su trofeo número 14 en esta lid. A la vez, por el tercer puesto, el Fortitudo ganó 11-9 al Curaçao.

Dentro del plantel campeón, en donde el principal estandarte fue Alex Sambucci, elegido como MVP, hubo presencia cubana. El utility Noel González Sanamé, quien, guante en mano fue un cerrojo para los parmesanos, también aportó su granito de arena desde el cajón de bateo.

El nacido en Holguín y con seis Series Nacionales al servicio de los Cachorros (2015-2021), defendió sin errores la pradera izquierda y bateó para .238 (5 en 21), con par de dobletes y un cuadrangular. Impulsó, además, dos carreras, anotó cuatro, ganó igual cifra de boletos y lo poncharon en la misma cantidad de oportunidades.

El otro oriundo de la Mayor de las Antillas que vio acción en la Copa de Campeones fue el lanzador siniestro Enorbel Márquez, uno de los relevistas que vistió los colores de los Heidenheim Heideköpfe.

En su primera salida, sucedida durante la derrota de 3-4 ante Fortitudo, el santiaguero trabajó a continuación del abridor Mike Bolsenbroek y lo hizo en una entrada completa, en la que le dieron un hit, permitió una carrera sucia, regaló dos pasajes gratis a primera base y no ponchó a rival alguno.

Después volvió a subirse a la lomita en un nuevo descalabro (5-11) frente a Curaçao Neptunus. Ese día llegó también para sustituir al abridor de turno, Ross Vance, y acumuló 1.2 innings de labor en los cuales debió soportar hasta siete imparables e igual cantidad de carreras, dos de las cuales fueron limpias. Igualmente, dio una base por bolas y par de ponches.

Yosvani Torres, mejor lanzador de la Copa CEB

Andy Paz estuvo muy bien con el madero. Foto: Corbin Mills (Archivo).

Mientras, en la Copa de la Confederación de Béisbol Europeo (CEB, por sus siglas en inglés), segundo torneo de mayor relevancia a nivel continental, participaron un total de seis equipos que, durante las mismas fechas en las que se celebró la Copa de Campeones, compitieron en el Templiers Stadium de la urbe francesa de Lieusaint.

Allí, en donde todo se definió mediante el sistema de round robin, la corona fue para el Draci Brno, de República Checa, pues, a pesar de que terminaron con récord de 4-1, idéntico al de los Sénart Templiers (Francia) y al de Astros Valencia (España), el TQB más alto de los checos les permitió levantar el trofeo, mientras que el Minsk (Bielorrusia), los Dornbirn Indians (Austria) y los Therwil Flyers (Suiza), en ese orden, ocupaban los últimos lugares de la justa.

En el certamen participaron hasta cuatro cubanos y la actuación más relevante correspondió al pinareño Yosvani Torres, quien fue elegido como el mejor lanzador y completó el cuadro de estrellas junto a Přemek Chroust (Brno), líder de los bateadores, y Alexander Perdomo (Templiers), MVP.

Torres, al servicio de los Astros, tuvo un día fabuloso el 16 de julio, fecha en la cual lanzó el juego completo y se apuntó la victoria por marcador de 3-2 ante los Templiers. En ese partido propinó ocho ponches, permitió siete indiscutibles, dio una base por bola y ambas anotaciones terminaron yendo a su cuenta.

En su segunda aparición, el estelar derecho vueltabajero no estuvo demasiado bien contra los Flyers y debió ser retirado del box después de un tercio de juego, durante el cual le hicieron tres limpias, le conectaron cinco inatrapables y logró dejar a cuatro rivales con la carabina al hombro. No obstante, y aunque los suyos iban venciendo por pizarra de 11-6, los organizadores del evento les dieron la victoria por forfeit (9-0, a la cuenta de Yulman Ribeiro) a causa de la alineación indebida de un jugador por parte de la novena helvética.

El otro antillano enrolado en el plantel del sureste español fue el outfielder Pedro Méndez, quien disputó cuatro Series Nacionales (1993-1997) con los Metropolitanos de La Habana. En esta ocasión, se desempeñó como bateador designado regular en los cinco choques disputados. A lo largo de 15 turnos oficiales, conectó tres sencillos, anotó seis veces y no empujó carrera alguna.

Por otra parte, los Sénart Templiers contaron con los servicios de otra dupla de compatriotas nuestros: Leonel Céspedes y Andy Paz.

Céspedes, lanzador capitalino que se marchó de Cuba a los 13 años de edad, es ciudadano francés. A lo largo de su carrera, que comenzó en 2010, con 16 abriles, ha defendido los colores de diferentes escuadras europeas como los Rouen Huskies, los Toulouse Tigers, (ambos en su país de residencia) y los Redipuglia Rangers de la pelota italiana.

Esta vez, con los Templiers, tuvo una sola salida como abridor frente a Minsk. Estuvo sobre el montículo cuatro entradas, dio un boleto, un ponche, recibió tres hits y permitió par de carreras, aunque ninguna de ellas fue a su cuenta personal.

El habanero Paz, titular en la receptoría de los de Sénart, disparó nueve “cohetes” en 22 oportunidades (incluidos dos dobles) para un promedio de.409. Además, trajo cinco para el plato, pisó la goma tres veces, se robó una base y negoció par de boletos. A la defensa jugó hermético y capturó a dos de los seis corredores que intentaron estafar durante su “guardia” en el home.

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