Atención: Maels Rodríguez lanza 100 mph con 39 años

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Maels Rodríguez fue uno de los más grandes talentos en la historia del béisbol cubano. Foto: Getty Images.

Maels Rodríguez es la historia contada de un pelotero que triunfó en Cuba a sus anchas. Nacido en el municipio villaclareño de Placetas, fue con el equipo de Sancti Spíritus que su legado en la Serie Nacional trascendió a niveles incalculables. Un lanzador blanco que acariciaba las 100 mph con relativa comodidad, mientras que la gran mayoría de sus similares en Cuba soportaban la impotencia de no tener una velocidad tan cruel y dominante como la de él.

Maels, todavía hoy, posee el único juego perfecto en la amplia historia de la Serie Nacional, cuando el 22 de diciembre de 1999 el elenco de Las Tunas sufrió el martirio como visitante. Luego pulverizó el récord de más ponches en una temporada de Santiago “Changa” Mederos, al elevarlo hasta 263. En esa Serie también se llevó la triple corona. Con los Gallos nunca pudo ser campeón y se quedó a las puertas del título en 2002, en final ganada por Holguín.

Fue un pelotero de responsabilidades en el equipo Cuba, incluso desde su tránsito por las categorías menores. Confiado de su calidad probada, Maels marchó de la Isla hace tres lustros, en 2005 firmó con los Diamonbacks de Arizona, pasó por el quirófano al menos tres veces y lo más jodido es que no pudo lanzar ni un envío como pelotero profesional.

No obstante, hace poco, el cubano de 39 años estrenó su academia 100 mph Club en Miami y ofreció una valiosa entrevista al colega Alfredo Álvarez, creador del interactivo blog Con las bases llenas. A continuación reproducimos, con el permiso de Álvarez, una parte de su diálogo con Maels, específicamente la relacionada con su nuevo proyecto personal.

Comienza el yayabero diciendo que ya pasó su etapa como atleta y cada vez que tenía la oportunidad de hablar con un amigo o algún pelotero le preguntaban por qué no instruía a las nuevas generaciones. Con la motivación de esas personas creó el club y gracias a Dios las cosas le están saliendo bien, centrado en varios objetivos, entre ellos seguir formando generaciones y que el trabajo de base con los niños se convierta en algo más consciente. “Estamos abiertos desde las 9:00 a.m hasta las 9:00 p.m prácticamente. Tenemos diferentes programas: con jóvenes que están buscando trabajos de universidad o tratar de firmar con organizaciones; con niños pequeños para enseñarles lo esencial del béisbol u otros que quieren mejorar el trabajo de high school, algo que se aprecia mucho aquí porque están tratando de buscar un puesto en el draft. No nos enfocamos solo en la técnica y el pitcheo, sino también en la preparación física, en ejercicios específicos, la idea es tener siempre algo nuevo y que forme.

“Se trata de no solo enseñarles a tirar una pelota, sino también a comportarse en el terreno, a tener motivación y a centrarse en cosas específicas que se han ido olvidando con los nuevos métodos de entrenamiento. Hasta ahora, eso ha provocado que el resultado sea bastante bueno. Estamos trabajando con niños de seis o siete años en adelante, mostrándole elementos más sencillos que les sirvan de motivación, básicamente los fundamentos para que no se sientan con esas cargas con las que están llegando a los terrenos ni con la presión que a veces los padres les transmiten».

“En ocasiones, se quiere que los niños con seis o siete años tengan ya resultados, pero en este club se viene a aprender, a sentirse bien y a entender la importancia del béisbol para el futuro, no solo como un atleta profesional sino para su formación y lo que pueden lograr a través de los años con los estudios”, explicó quien lanzó como relevista en el juego por el título ante Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.

Rodríguez dijo al colega Alfredo Álvarez que también tiene en su academia a jugadores mayores que vienen a buscar un poco de experiencia. Sus años como pelotero, al decir de Maels, le ayudan a enseñar elementos teóricos y prácticos.

“Estudié primero en Cuba la licenciatura en Deportes y luego aquí —en Estados Unidos— Rehabilitación y Terapia, lo que me ha ayudado, unido a la experiencia de las cirugías que he tenido, a tratar que los muchachos tengan una carrera más longeva, libre de lesiones y sin preocupaciones cuando suban a la lomita.

“Esa es una de las cosas que creo que más motiva a mis alumnos a venir aquí y sentirse con confianza y tener la esperanza, los que han estado en equipos profesionales, de retornar, y los que están buscando el sueño, de poder lograrlo. Yo les digo mucho que deben dar en el terreno el 100 por ciento, que es lo que yo trataba de hacer mientras jugué”, enfatizó el segundo pitcher más veloz de Cuba en el siglo XXI.

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D.L.R.

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