#checkpoint: «Nerfeadas», un espejo donde mirarse

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Nerfeadas (2020) es una serie documental española, publicada en Youtube, que aborda el trato que reciben las mujeres en el universo de los videojuegos. Su directora, Marina Amores, con guion de Marta Trivi, se centra en los diferentes problemas existentes en la industria y en la sociedad que se han encargado de crear una barrera para dejar claro que todo lo referente a videojuegos no es su territorio. Y no es solo que la narrativa de muchísimas obras tenga a hombres como protagonistas y el objeto a salvar sea la mujer, sino que la cultura de los socios (el bro culture) también ha convertido en terreno incómodo, incluso inhóspito, todo lo relacionado con lo videolúdico para ellas.

Está claro que yo no soy la persona más adecuada para hablar de esto. Aun así, espero sea un paso para que mujeres cubanas sí lo hagan.

En cada episodio (en ocasiones emplea más de uno) la serie se acerca a diferentes temas relacionados con las féminas y el videojuego. A través de entrevistas a programadoras, desarrolladoras, diseñadoras narrativas, directoras de arte, ilustradoras, traductoras, jugadoras de e-sports, casters, periodistas, compositoras de audio, académicas, entre otras profesiones, dibujan una realidad bien triste y que, por momentos, se asemeja bastante a la cubana, no solo en lo que respecta a los videojuegos.

De momento se han emitido siete episodios. En los dos primeros apuntaron hacia el tema de las mujeres desarrollando videojuegos, sus experiencias en la industria, el acoso sexual, el trato diferente entre hombres y mujeres, los sesgos de géneros, entre otros problemas. En el tercero se acercan a la historia de ellas en la industria, y la importancia de tener referentes a la hora de trazarse metas u objetivos. Luego dedican un episodio al Gamergate, suceso que provocó una ola de acoso a las desarrolladoras Zoë Quinn y Brianna Wu, y a la crítica feminista Anita Sarkeesian, entre otras personas; ataques caracterizados por odio, misoginia, amenazas de violación y muerte, y filtración de las direcciones de los domicilios de estas personas; en Nerfeadas no solo se acercan al tema, sino también a cómo este impactó en ellas y a algunas las hizo abrir los ojos con respecto a muchos problemas que existían en ese sector.

El marketing y el periodismo son otros dos monstruos machistas que han contribuido a todos los sesgos relacionados con las mujeres en los videojuegos. Desde campañas publicitarias dirigidas a un target de hombres hasta medios de prensa que por años ignoraron (y una buena parte aún lo hace) la cultura tóxica al interior de la industria. Por eso, el quinto episodio se acerca a estos dos temas. En el sexto van hacia el sistema de educación, cómo todos estos roles de géneros determinan desde edades tempranas que son los niños los que deben disfrutar de los videojuegos, y que estos no son cosas de niñas; o de cómo en las universidades y carreras relacionadas con lo videolúdico a las mujeres se les menosprecia, o cómo los profesores sexualizan tanto a alumnas como compañeras de trabajo. Y en el séptimo, último emitido hasta el momento, se acercan a los e-sports y el rol de la mujer en estos, cómo son minoría y muchas veces no son vistas con buenos ojos.

La serie tendrá un total de diez episodios. De más está decir que ha tenido una recepción dividida: desde un sector se agradece la visualización y denuncia de todos estos problemas, pero desde otro se recibe con el machismo y la misoginia que caracterizan a una parte de las comunidades gamers. De hecho, Marina Amores es blanco de muchísimas críticas y ataques por su posición feminista en España, incluso mucho antes de Nerfeadas, cuando intentó organizar un evento solo para mujeres, ya fuesen aficionadas o profesionales de los videojuegos. El certamen terminó cancelado por la lluvia de amenazas que recibió.

Gracias a Nerfeadas conocí qué era el síndrome del impostor, un trastorno sicológico que te hace sentir como si tus logros no fueran resultado de tu talento, sino de un golpe de suerte, y te mantiene con una sensación de que las personas se darán cuenta en cualquier momento de que no eres tan inteligente como creen. Entre los factores que pueden provocar el desarrollo de este trastorno están los estereotipos de género y ciertas dinámicas familiares. Está claro que las mujeres lo sufren y son inducidas a sufrirlo en este mundillo, donde los hombres son mayoría y siempre las reciben con hostilidad y dudan de su capacidad, como si hubiesen llegado de carambola. Gracias a Nerfeadas también entendí otros temas que para mí no estaban claros, por el simple hecho de no haberlos sufrido nunca.

No me parece descabellado pensar que la situación en Cuba sea diferente, pues. a fin de cuentas, nuestra sociedad es bien machista. Apenas tenemos una incipiente industria de videojuegos, compuesta por personas que trabajan con el estado o desarrolladores independientes que apenas tienen visibilidad en los medios tradicionales, pero cuando logras asomarte a este pequeño ecosistema, no es difícil notar que hay pocas mujeres. No tengo idea de cómo son las dinámicas al interior de los diferentes grupos de desarrollos o estudios de videojuegos que existen en Cuba, pero no debe extrañarnos que sean muy semejantes a lo que nos muestra Nerfeadas o el medio estadounidense Kotaku, que hace menos de dos años denunció toda la cultura sexista existente en Riot Games, la desarrolladora de videojuegos detrás de League of Legends (2009). Pensar que en nuestro caso será diferente es muy ingenuo. Tal vez ya alguien esté sufriendo de acoso o discriminación de género y estemos ignorándolo como solemos hacer con tantas cosas.

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