¿<<[Censurado o Autocensurado]>> el Cómic Cubano? Aquí tienes la respuesta

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Uno de los talleres en ArteComic 2019. Foto del autor.

Pudiera decirse mucho del comic en Cuba, sobre todo cuando se ha dicho poco o casi nada. Realmente no bastaría un centenar de tesis para desenterrar tanta información. Pero mientras en el mundo las historietas se revitalizan y se afianzan como “la industria” en los terrenos del entretenimiento, en nuestro país el acercamiento al noveno arte divaga entre los límites del humor gráfico asociado a la prensa y una moralidad prehistórica poco subliminal. Sin embargo, durante los primeros días de julio de los últimos nueve años en Camagüey, el panorama es otro.

La Jornada ArteComic arribó este 2019 a su 9na edición, todo un récord para un conjunto de actividades que, a golpe de muchos sacrificios individuales, ha logrado sobrevivir sin el encumbrado título de “evento”. Pese a los talleres de narrativa y dibujo, los momentos teóricos y los intentos por realizar una especie de ComicCon cubana, la inmensa mayoría de los medios y las editoriales del país han estado ajenos a los esfuerzos de ArteComic por revivir la historieta en la Isla.

Cuesta algo de trabajo encontrar razones para tal abandono institucional, aunque respuestas no faltan. Quizás el primero de estos motivos sea de naturaleza infraestructural: esa carencia de papel que figura como uno de los tantos motivos de la mala calidad y el escaso grosor de la prensa plana nacional. Desde los inicios del Período Especial, todas las publicaciones sufrieron la escasez de recursos para la impresión, principalmente, las historietas cubanas que ya venían fortaleciéndose y ganando un público cada vez más amplio, gracias a la consolidación de un estilo propio de narrar. No podríamos decir que aquello fue una muerte súbita del comic nacional; más bien fue una especie de muerte cerebral, un estado vegetativo demasiado largo sin muchas esperanzas de sobrepasarse. Como sea, fue algo triste para quienes gustan de contar historias de viñeta en viñeta.

Por otro lado, existe un factor más subjetivo y determinante en el declinar del noveno arte en Cuba. La historieta -aún en pleno siglo XXI, con todo un ejército de investigaciones y escuelas de pensamiento que la avalan como parte importante de la cultura de masas, con récords internacionales de taquilla para sus versiones cinematográficas- es vista por la política cultural de nuestro país como “cosa de niños”, cuando no un instrumento ideológico-satánico del imperialismo norteamericano.

Tanto la subvaloración de este arte genuino como la visión maniquea de algo tan complejo como la cultura, solo demuestran una incapacidad intelectual fusionada con obtusas mentalidades nacidas de lo peor de la Guerra Fría que, al final, destruye las potencialidades de todo un universo cultural que durante décadas buscó consolidarse entre los cubanos. El comic es un arte de vanguardia, un híbrido muy particular de la literatura y las artes plásticas, una manera de contar instaurada en el siglo XX, pero presente desde los albores de la humanidad. También es cierto que se le ha utilizado como un aparato de propaganda política; sin embargo, atendiendo a ese hecho, deberían descuidarse por igual el resto de las manifestaciones artísticas.

Gran parte de los historietistas cubanos parecen nadar hoy a contracorriente y con grandes posibilidades de ahogarse frente a una política cultural que solo otorga al cómic temáticas infantiles, moralistas y patrióticas de poca factura. De tal forma, los creadores se sienten de manos atadas en sus intentos por incursionar hasta el fondo en géneros como la ciencia ficción, la fantasía, el policíaco e, incluso, el erótico.

Todo esto hace aún más meritorio el esfuerzo de los organizadores de ArteComic, en especial de Alfredo Fuentes y del Consejo Provincial de las Artes Plásticas de Camagüey, por crear un espacio para aprender y pensar proyectos que quizás un día dejen de ir a ningún lugar. Solo espero que el próximo año, quienes disfrutamos del noveno arte, tengamos aún un sitio donde creer que la historieta cubana no ha muerto por completo.

Exposiciones de cómics internacionales en galerías camagueyanas como parte de la 9na Jornada ArteComic. Foto del autor.
Obras en concurso en ArteCómic 2019. Foto del autor.
Estas fueron las actividades que tuvieron lugar en ArteComic 2019.

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Un comentario

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  1. pero mira.. yo sé que los comics japones y belga son queridos en Cuba…
    te olvidaste.. en el mercado mundial de comic.. hoy Japon es lider

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