El Colombia – Uruguay era uno de los partidos más llamativos de la jornada. Dos selecciones que no habían mostrado lo mejor, pero se esperaba que sus delanteros despertasen en cualquier momento. Y tal vez ese momento fueran los cuartos de final. Un festival de goles. Duván y Muriel vs Cavani y Suárez. Así arrancó el partido, con los dos equipos buscando el gol, volcados al ataque, acechando el área rival y generando alguna ocasión de peligro. El gol estaba a la vuelta de la esquina, a punto de caer. Y terminó el primer tiempo con el cero a cero tambaleándose. Seguro que anotaban en los 45 minutos definitivos.
O no. El segundo tiempo fue idéntico. Ambos equipos lanzados. Colombia lograba acercarse, disparaba a puerta pero no caía. Uruguay muy parecido, sin generar ocasiones claras, o al menos sin culminarlas. Fue otro duelo de lado a lado. Luis Díaz dio un recital por su banda, más de un uruguayo quedó desparramado intentando detenerle; lo malo es que no lograba tomar una decisión acertada en la última acción: o daba un mal pase, o el disparo era fatal. Hasta el último minuto lo intentaron, sin lograr romper el resultado gafas. Al final, penales. Ospina tuvo más suerte que Muslera y Colombia a semis (Colombia 0 – Uruguay 0. Pasa Colombia por penales).
Argentina era quien tenía el cruce más sencillo ante Ecuador. En teoría, un partido para que Messi se diese banquete. Y tan confiados estaban los argentinos que comenzaron a dilapidar ocasiones. Lionel tuvo la más clara, solo ante el portero y estrellándola al poste. Era tan claro que el gol caería que no caía. Una vez más, Messi rompió líneas con un pase, el portero salía pésimo ante Nicolás González, el esférico que le vuelve a caer a Messi, pase a De Paul y gol. Nervios fuera. Ahora sería todo más fácil.
O no.
En el segundo tiempo, como en todos los segundos tiempos de la albiceleste de Scaloni, el equipo se derrumbó. Ecuador le plantó cara y tuvo par de acciones bastante claras para empatar. Los penales estaban a la vuelta de la esquina, el gol estaba al caer en la meta de Emiliano Martínez, quedaba poco tiempo pero el miedo se respiraba en el aire. Y de nuevo, Messi al rescate. Presión alta de Di María, nuevo error de la zaga, Lio para Lautaro, y, ahora sí, la tranquilidad absoluta. Hubo tiempo para un tiro libre más, un gol de Messi, el cuarto del torneo (Argentina 3 – Ecuador 0).
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