Copa América, Día 6: Nadie convence con su juego

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Uruguay sigue sin demostrar el fútbol que, en algún momento, ilusionó a sus parciales. Foto: Reuters.

Uruguay viene de una sequía enorme de goles, un tema serio si tenemos en cuenta quiénes son sus delanteros. Chile, con pocos esfuerzos, ha sumado cuatro puntos. No hay un claro favorito; ninguno pasa por su mejor momento, pero está claro que no cederán ni un palmo en el terreno. Así arranca el partido. Uruguay se comporta como dos bloques desconectados; al frente Luisito y Cavani, aislados por completo; detrás de ellos, un grupo de compañeros incapaces de enviarles un balón decente para convertir.

Chile empuja con pocos hombres en la delantera. No tienen ningún tipo de dominio, pero en sus pocos ataques se siente peligro. En una jugada escorada a la banda, una combinación entre Vargas y Brereton deja al primero, tras un buen regate, frente a Muslera. Ni siquiera en el momento del mano a mano parecía que hubiese ocasión de gol. Un zapatazo de Vargas, con más furia que colocación, cambió por completo el panorama. Golazo y Uruguay contra las cuerdas.

La segunda mitad fue puro músculo. El empate llegó en un córner donde Suárez le pegó tan fuerte a Vidal que envió el balón al fondo de las redes y al chileno afuera de la cancha. La garra charrúa terminó empujando y Chile quedó con un hombre de menos por lesión de Pulgar. Aun así, el marcador no se movió más (Uruguay 1 – Chile 1).

Por tercer partido consecutivo en Copa América, Argentina arrancó con el pie en el acelerador, presionó bien arriba y encontró el gol, para luego echarse atrás a esperar. Paraguay apenas podía salir, como mismo le pasó a Chile y Uruguay al enfrentar a la albiceleste, y antes de los quince minutos ya estaban ganando. Di María, tras recibir de Messi, regateó a un rival, trazó una línea horizontal a la meta rival y le filtró un balón al Papu Gómez, que definió con un toque suave por encima del arquero. Muy efectiva la albiceleste en los primeros minutos de partido.

Luego repitió el modus operandi de los dos encuentros anteriores. Apostar a una defensa sólida y ver si caía alguna oportunidad de ampliar el marcador. Paraguay lo buscó de todas las formas posibles, con Almirón como punta de lanza, pero esta Argentina, a veces, y solo a veces, da destellos de solidez defensiva. Emiliano Martínez mantuvo su arco en cero, pero la delantera rival tampoco es de las más brillantes. ¿Messi? Errático y chupón. Si algo ha logrado Scaloni con esta selección, es no dejar claro si juegan a algo o solo se encomiendan a la providencia (Argentina 1 – Paraguay 0).

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