Luego de tres años sin disputarse a causa de la situación generada por la pandemia, este 28 de abril regresarán las acciones en la Liga Norte de México (LNM), principal certamen afiliado a la veraniega Liga Mexicana de Béisbol (LMB). Siete equipos pugnarán por levantar el gallardete que se llevaron en la última edición los Algodoneros de San Luis, quienes derrotaron en la final 4-1 a los Rojos de Caborca.
Marineros de Ensenada, con tres títulos en sus vitrinas (la misma cantidad que posee el combinado que se coronó en el más reciente torneo), aspirará a quedarse solo en la cima como el máximo ganador de trofeos en historia de la justa. Para ello contará con un efectivo cubano, que bien pudiera ser de gran ayuda en pos de conseguir ese objetivo: el derecho Rogelio Armenteros.
Quizás, usted, si ha leído recientemente noticias relacionadas con este lanzador, puede que haya visto su nombre entre los extranjeros anunciados hace algún tiempo para formar parte de los Diablos Rojos de México, escuadra de la LMB. Así es: el habanero, los norteamericanos Jeremy Jeffress (serpentinero) y Justin Bour (jardinero), los pitchers dominicanos Francis Martes y José “Jumbo” Díaz, el outfielder venezolano Ramón Flores y el patrullero japonés Tomo Otosaka, fueron los siete foráneos contratados por la entidad de la capital azteca para la contienda que inició el pasado día 21.
Rogelio llegó a lanzar durante la postemporada con los escarlatas, pero cuando fue anunciado el roster definitivo, la gerencia decidió colocarlo en la reserva, situación que le permitió a los Marineros tomarlo para su staff, debido a que ellos poseen un convenio con los Diablos Rojos y los Guerreros de Oaxaca, mediante el cual pueden contar con jugadores que estos clubes decidan cederles.
Esta será la primera incursión de Armenteros en la pelota mexicana, quien debutó en Grandes Ligas el 14 de junio de 2019 con los Astros de Houston, pocos días antes de cumplir 25 años. Después de conseguir excelentes números, sobre todo en AAA (entre 2017 y 2018, por solo mencionar par de temporadas, ganó 16 partidos y solo perdió dos), su ruta hacia las Mayores se hizo bastante esquiva, pero en aquella campaña –su única hasta el momento en el Big Show– finalmente pudo transitar por los diamantes de la Gran Carpa durante 18 entradas, salió victorioso en un choque y derrotado en otro, dejó PCL de 4.00, ponchó 18 veces y regaló cinco boletos.
Luego las lesiones frenaron su ascenso y no volvió a ser el mismo jugador que estuvo entre los puestos cimeros cuando se hablaba de los mejores prospectos de los siderales. No lanzó en el sistema de MLB en 2020 debido a las molestias y a finales de ese año fue colocado en waivers, de allí se lo llevaron los Diamondbacks para ponerlo en la misma situación, desde donde lo reclamaron los Nacionales de Washington, quienes, al verlo en las Menores lejos de su mejor nivel, decidieron liberarlo.
Tras conformar varios equipos nacionales en categorías menores, solo participó en una Serie Nacional con Industriales (2011-2012). Defendiendo la chamarreta de los azules se subió al box en ocho partidos, fue vencedor en uno y perdedor en otro, recetó 9 estrucados y concedió 14 bases por bolas en 16 episodios. Salió del país en 2012 rumbo a España (allá jugó en 2013 en el principal campeonato de esa nación, con el Viladecans, donde, en 17.1 innings, dejó balance de 1-2, 22K, 9 BB, 4 SV y PCL de 0.52) y luego partió hacia Miami. Más tarde, según nos contó en esta entrevista, después de un periplo que incluyó lugares como Dominicana, el país ibérico, México y Tampa, escribió su firma en un acuerdo que lo vinculaba a los Astros en septiembre de 2014, por un bono de 40 mil dólares.
Representó a España en el Clasificatorio al IV Clásico Mundial de Béisbol, en marzo de 2016, y también tuvo experiencia en el principal circuito dominicano durante tres temporadas con los Gigantes del Cibao (2018-2019, 2019-2020 y 2020-2021).
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