Estas son algunas especies que solo puedes observar en Cuba

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Cuando te vayas a la Cuba verde, la Cuba de montañas y bosques, podrás ver maravillas como las especies que enumeramos aquí. Aves, orquídeas, paisajes únicos y zonas para el turismo de naturaleza donde podrás caminar durante horas en total seguridad. Esa es otra parte por conocer en este país, donde hay más de 100 áreas protegidas, el 17 % del territorio nacional, y seis reservas de la Biosfera.

Estas son diez especies que solo puedes observar en Cuba, endémicas del país. Pero en total son cientos las especies interesantes, bellas, que impresionan y hacen que valga la pena un viaje a la isla.

Zunzuncito o “pájaro mosca” (Mellisuga helenae)

Si intentas hacerle una foto al zunzuncito podrás captar tu mejor imagen en Cuba. Foto: Cuba Pura.

La población más estable está en la península de Zapata, pero pueden ser vistos en otros lugares como Guanahacabibes y el oriente de Cuba, donde se especula que pueden hacer migraciones locales.

Si es un reto fotografiar al zunzún o colibrí (este se ve hasta en medio de La Habana), el zunzuncito es todo un reto. Su anatomía, unos 5 o 6 centímetros desde el pico a la cola, está en movimiento continuo. Para identificarlo, es bueno saber que es mucho más pequeño que el zunzún, de cola recortada y de color verde azulado.

Observarlo mientras liba en algún arbusto e intentar hacerle una foto sorprendiéndolo en uno de sus frecuentes vuelos estáticos, con un poco de paciencia, puede darte tu mejor imagen de Cuba, la que hará a tus amigos sorprenderse y a ti sentirte orgulloso y agradecido por la oportunidad.

Polimita (Polymita picta)

Popular y asombroso por sus bandas cromáticas, desde blancas hasta negras, pasando por amarillos y rojos intensos, naranjas, rosados y carmelitas en diferentes matices y en las más diversas y originales combinaciones.

Es un caracol endémico del extremo oriental de Cuba. Se reconocen 5 subespecies o variedades geográficas. Herbívoro, se alimenta de líquenes y hongos epifitos, y vive en los árboles, lo mismo en vegetación costera que en bosques húmedos o en cafetales.

Los sitios recomendados para verlo, por su accesibilidad, están en las inmediaciones de la ciudad de Baracoa, en la costa norte del extremo oriental de Cuba. Al menos en El Yunque, una elevación local muy conocida, hay un sendero para acceder y contemplarlas.

Si tomas la carretera que va desde Baracoa hacia el este, siempre siguiendo la costa norte -de paso verás hermosas playas solitarias-, llegarás a la desembocadura del río Yumurí, que forma un atractivo cañón antes de llegar a la arena.

Ahí puedes, con total confianza y seguridad, pedir a algún residente que te lleve o ir solo bosque adentro y verlas, en su hábitat natural, en las hojas de cafetos y otros arbustos. Son hermosos y únicos los contrastes entre sus colores y el verde de las hojas.

Su belleza ha despertado enorme atracción a lo largo de los años, al punto de que hoy es una especie amenazada porque muchos se dedican a colectar sus conchas para venderlas o llevarlas a casa como recuerdos. Hay que hacer un esfuerzo, reunir voluntad y dejar a las polimitas en su entorno, en sus hojas… De lo contrario, se acaban, se extinguen.

Baracoa es la primera villa fundada por los españoles en Cuba. Acogedora, original, bellas playas y bosques vírgenes. Es una ciudad entre el mar y las montañas, muy cerca del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, una de las reservas de la biosfera en esta isla, donde están los bosques lluviosos mejor conservados del Caribe insular, la mayor red hidrográfica de Cuba y el mayor reservorio de agua pura de la región caribeña. Es uno de los sitios de mayor biodiversidad en el planeta.

En Baracoa hay hoteles y casas particulares para rentar. La cocina tradicional es orgánica y muy original, con productos naturales locales. Vale la pena probar Baracoa y ver sus polimitas.

La polimita es un caracol endémico del extremo oriental de Cuba.

Cartacuba o pedorrera (Todus multicolor)

Con la cartacuba, el nombre científico en latín -que en otras especies tantas veces leemos y a los dos segundos no recordamos- parece más benévolo y es claramente entendible al establecer, con total justicia, el hecho de que es multicolor.

Generalmente andan en pareja y se presume que son monógamas. Se alimentan de insectos que capturan al vuelo y arañas pequeñas. La especie es relativamente abundante en zonas boscosas de toda Cuba, se ve lo mismo en la Península de Zapata que en la Sierra del Rosario y otros sitios donde se ha hecho popular el turismo de naturaleza.

Las cartacubas cavan túneles en los farallones arcillosos para anidar, aunque pueden aprovechar otras oquedades. Son territoriales. Si tienes la grabación de su canto, quizá cuando la reproduzcas en tu teléfono con los altavoces se acerque a pocos metros de distancia, incluso centímetros.

Pero los expertos recomiendan no abusar de esta técnica (atraer a aves con grabaciones de cantos de su propia especie) porque afecta su dinámica diaria.

La Sierra del Rosario (provincia occidental de Artemisa, a muy pocos kilómetros de La Habana) es un buen lugar para verlas. Allí se puede fotografiar a varios pájaros endémicos de un viaje (tocororo, sijú platanero, sijú cotunto, carpintero verde, carpintero jabao).

En la Sierra del Rosario puedes encontrar alojamiento en la comunidad ecológica de Las Terrazas (hotel, casas particulares, cabañas rústicas o sitios de acampada con tiendas). Hay canopy, senderos y guías especializados.

La Sierra del Rosario es un buen lugar para ver a estas aves. Foto: Cuba Pura.

Aguacate cimarrón (Dendrocereus nudiflorus)

Es la única especie de su género que es endémica de Cuba. Es una planta longeva que llega a vivir cientos de años, una de las especies de cactus de mayor tamaño. Está amenazada por la pérdida de sus hábitats por la expansión de zonas turísticas y la extracción de petróleo.

En la Península de Hicacos se encuentra una de las dos poblaciones que existen en vida silvestre. Allí está la reserva ecológica Varahicacos, un oasis de verdor en Varadero que protege un parche pequeño de vegetación original remanente. Allí se puede recorrer un sendero en el que todos se asombran al ver al Patriarca (un ejemplar enorme de aguacate cimarrón).

Mariposa de cristal o Greta cubana (Greta oto)

Hay muchas y preciosas mariposas en Cuba. En poco menos de media hora, por ejemplo, pueden verse y ser fotografiadas más de una decena distintas en los bosques que rodean el lago Hanabanilla, en las montañas de Cuba central.

Pero la Greta cubana es un caso aparte. Habita en bosques húmedos tropicales conservados en las montañas del centro y el oriente de Cuba. Sus alas, desnudas de escamas en gran parte, son transparentes, una auténtica belleza.

Se puede ver en algunas elevaciones de Cuba. Por ejemplo, subiendo al pico Turquino, la mayor elevación del país, por el camino que está en territorio de la oriental provincia de Granma.

La greta cubana habita en bosques húmedos tropicales. Foto tomada de Cubadebate.

Orquídea cuaresma (Broughtonia ortgiesiana)

Esta es una especie endémica con distribución relativamente extendida en Cuba, donde puede ser apreciada en zonas llanas del país y en pequeñas elevaciones de no más de 300 metros de altura. Hay quienes la han visto en la Loma de la Coca, cerca de La Habana. Es una de las especies blanco de coleccionistas despiadados.

Ranita del Monte Iberia (Eleutherodactylus iberia)

Ya no es la más pequeña del mundo por muy poco. La ranita cubana, descubierta a mediados de los noventa, fue la más pequeña del mundo hasta hace muy poco, 2012, cuando en Nueva Guinea fue descubierta la Paedophryne amauensis, de unos 7 milímetros.

Aun así la cubana sigue siendo impresionantemente minúscula, de unos 8 a 12 mm, es decir, alrededor de un centímetro. Mira una uña de tu mano y podrás tener idea de la escala de que hablamos.

Se puede encontrar en las altas montañas del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, en el oriente cubano, lo que otra vez nos lleva a Baracoa, sin dudas una de las regiones más bellas y auténticas de Cuba.

Generalmente se mueve bajo los helechos. Identificable por su color oscuro y dos líneas doradas a los lados del dorso que en la cabeza pasan a un matiz naranja.

Mariposa avellaneda (Phoebis avellaneda)

Es una de las más vistosas mariposas diurnas de Cuba. La puedes encontrar fácilmente en Siboney Juticí, una reserva en Santiago de Cuba con muy buen acceso, en el oriente del país, y en otros bosques de esa región.

Fue descubierta en el siglo XIX por un naturalista alemán, Juan Cristóbal Gundlach, que al nombrarla pensó en su amiga, la célebre escritora cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda.

La mariposa avellaneda tiene una envergadura de unos 7 centímetros, es de llamativos colores rojo y amarillo (con variaciones entre el macho y la hembra) y parece un pequeño pedazo de fuego que se mueve con calma entre el verde del bosque.

Cocodrilo cubano (Crocodylus rhombifer)

Es una de las especies más pequeñas de cocodrilo, y una de las menos extendidas. Generalmente no va más allá de los 3.5 metros. Pero es rápido y, según los conocedores, más terrestre que otros, con patas más largas. Vive en la ciénaga de Lanier, en la Isla de la Juventud, al sur de la isla grande de Cuba, y en la Ciénaga de Zapata (provincia de Matanzas, occidente cubano), donde convive y se ha hibridado con el cocodrilo americano (Crocodylus acutus).

No hay que adentrarse en lo más peligroso de la ciénaga. En la Península de Zapata existe un criadero de cocodrilos donde se pueden ver ejemplares del cocodrilo cubano en diferentes etapas de crecimiento.

Foto tomada de CalPhotos.

Palma corcho (Microcycas calocoma)

Se le considera una reliquia vegetal, endémica y exclusiva de la provincia de Pinar del Río, en el extremo occidental de Cuba. Muchas veces se ha dicho que es un “fósil vegetal viviente”.

En la zona del Parque Nacional Viñales, donde está el valle del mismo nombre (Paisaje Cultural de la Humanidad), hay senderos donde puede verse la palma corcho. No es una especie abundante, y se encuentra en zonas intrincadas.

Puede alcanzar hasta 10 metros de altura. Cuando la veas, piensa que estás ante una reliquia botánica de la era mesozoica, hace unos 200 millones de años. Y mientras caminas para llegar a ella, disfruta los paisajes, el aire limpio y las aves que nunca faltan en Viñales.

P.D: Este artículo lo tomamos de la web de Cuba Pura. Visítala y seguramente encontrarás otros temas de tu interés.

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