F(r)icciones: Amy Winehouse, 27, Londres

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Amy Winehouse. Foto tomada de Stars Changes.

En la isla Santa Lucía, Amy Winehouse corrió desnuda…

***

—Te digo que sacaré mis tetas a tomar el sol.

—Señorita, disculpe, está prohibido hacer topless

Blake Fielder-Civil, cónyuge en la vida y en la adicción al crack-cocaína está a su lado, ríe.

—Es política del hotel, señorita.

—Mierda, la próxima vez iré a Cuba.

El empleado de piscina le explica regulaciones contra el nudismo, algunas normas morales; Amy canta.

—Te digo que, si quiero poner “estas” al sol, lo haré, corazón.

Deja caer el tope, luego la tanga de lunares blancos y corre Amy desnuda, su ragtime de tibias y fémures; su orquesta de huesos sueltos ambientando el lobby del hotel.

—Así me hizo papá Dios —gritaba Amy, en pose junto a un arreglo floral sobre el mostrador de la recepción.

Detrás de ella vino Blake, fumado y descalzo, doblado por la risa. La envolvió en una toalla…

—Puedes creerlo, amor, que no pueda sacarme las tetas cuando quiera…

***

Aquella noche, en la suite “Tropical Nights”, Amy tuvo un sueño:

Estaba en su casa de Camden, en Londres, con un vestido gris, corto y de vuelos. Preparaba la cena y montaba patines… A las 6:45 pm llegó Blake: smoking, corbata negra de rombos blancos, un maletín de piel, un paraguas, y sus patines azules.  Amy, en dos rodamientos llegó hasta él y lo besó, le quitó de las manos el maletín y el paraguas; le aflojó la corbata y le sirvió un trago de vodka…

Luego comieron, con velas, mientras caía sobre la mesa una lluvia de confeti. Después bailaron un tema de Tony Bennet. Al final del coro se derritieron, quedaron en el piso como la masa negra de un chicle pisoteado.

Esa noche soñó, además, que una cabina telefónica que era también un médico le gritaba que tenía los pulmones como dos frutos secos…

***

En 2008 a Amy le diagnostican un enfisema pulmonar provocado por su adicción a fumar un combinado de cocaína, crack y marihuana. Amy, sus pulmones áridos apenas trabajando un 60 por ciento.

Tuvo miedo. Dejó de fumar y usó parches de nicotina. Y como terapia alternativa bebió más vodka. Winehouse, una cava andante —alegoría de un apellido etílico.

Si buscas en internet Amy Winehouse + causa de muerte, aparece: “Ebriedad”. Y justo al lado una foto de la cantante con la boca torcida. La mueca del vodka, el bulbo analgésico antidepresivo que le hacía olvidar la barbarie en su relación con Fielder-Civil.

***

Tres años antes del 23 de julio de 2011, Amy Winehouse dijo en una entrevista que tenía miedo a morir con 27 años. Lo dijo así, un suspiro en el dobladillo de la risa, con medio litro de aire en sus pedacitos de pulmones.

***

Andrew Morris, guardaespaldas de la vocalista, contó que en la madrugada de su muerte Amy escuchó música, posiblemente cantó algunos temas de Sarah Vaughan; rio un poco hasta más allá de las 2:00 am.

Morris entró a la habitación de Amy sobre las 10 de la mañana y la encontró tendida en la cama, el beehive destrozado por el sueño quizá, torcida entre las sábanas.  En un reproductor la voz acuchillada en Love is a losing game. No la despertó.

Alrededor de las 3:00 pm Morris volvió y la cantante seguía en la misma posición. Entonces fue hasta ella; no le halló ni el pulso ni la respiración.

***

En el piso, los cuerpos ociosos de dos botellas de vodka, litro y medio cada una; otro frasco de minidosis junto al brazo coloreado de Amy, a 20 centímetros del tatuaje que decía “Daddy`s”, sobre una herradura.

Amy, cinco veces ebria…

416 mg de alcohol x 100 ml de sangre en un cuerpo de 45 kg, las sobras de su trastorno bulímico.

Sin senos ni caderas; apenas una madeja negra sobre el cráneo, algunos trapos sobre 206 huesos: calcio en el polvo.

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Busca la interpretación de Rehab en este concierto:

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