«Julito el pescador», el policiaco que tenía en vilo a los cubanos hace 40 años

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Con un elenco conformado por René de la Cruz Solar, Consuelo Vidal, Alden Knight, Reynaldo Miravalles, Enrique Santiesteban, Enrique Almirante, Rogelio Blaín y Mario Balmaseda, entre otros, Julito el pescador fue uno de los policiacos estrenados en el año 1980 que se quedaron en la memoria de muchísimos cubanos.

Este es lo que hoy llamamos un spin-off, proyecto que surge a partir de otro. Julio era uno de los personajes que aparecían en la base de entrenamiento en la serie En silencio ha tenido que ser y luego fue el protagónico en esta nueva trama que se centraba solo en su vida. Durante siete capítulos, narraba la historia de cómo este pescador cubano de origen humilde, lograba infiltrarse, nada más y nada menos, que en la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA). Su trabajo como agente de la Seguridad del Estado consistió en formar parte de las filas de esa entidad norteamericana para, de esa forma, desmantelar planes contra Cuba.

Bajo la dirección de Jesús Cabrera, quien estuvo al frente también de otros policiacos como Sector 40, En silencio ha tenido que ser y El regreso de David, la serie estuvo inspirada en hechos reales.

Leonilo Juan Saínz Hernández, fallecido en 2018, fue ese cubano humilde, conocedor de las artes de pesca por tradición familiar en el pueblito costero de Santa Cruz del Norte, que durante 17 años estuvo, desde dentro de la CIA, cumpliendo una importante misión.

En la web del periódico Granma, con motivo de su fallecimiento, mencionan algunos datos biográficos. “Se incorporó al Movimiento 26 de Julio desde su fundación en Santa Cruz del Norte, en mayo de 1956” y, como miembro activo de este, “dirigió y ejecutó varias tareas en la célula de acción y sabotaje”. En su poblado natal fue el primer jefe de la Policía Nacional Revolucionaria y ayudó a frustrar intentos de salidas ilegales del país, muy comunes por esa zona, hasta el año 1962, cuando pasó a formar parte de la Seguridad del Estado.

Para 1980, y con motivo de la celebración del XX aniversario de este órgano, no podían haber escogido una historia mejor para reflejar en las pantallas. “Julito”, seudónimo de Leonilo para penetrar las filas de la contrarrevolución, fue tan excepcional, que incluso instruyó a René de la Cruz, actor que lo encarnaba en la ficción, en las cuestiones de la pesca. El actor convivió con este hombre para involucrarse en su vida y tener más elementos a la hora de interpretarlo. Establecieron una muy buena relación, y en 2007 fue la última vez que se vieron.

Sobre el personaje, René de la Cruz comentó a la Revista Bohemia: “Tuve que aprender algunas habilidades. Aunque el mar estuviera tranquilo, a mí siempre me parecía revuelto. Juan veía las aguas y el salitre como parte de su vida. El trabajo fue muy fuerte, porque yo no sé nada del mar, ni de pesca, ni nadar; yo soy guajiro, pero del monte, del campo”. Sin embargo, para el actor lo más complejo fue “llevar a la gente su vida, su historia. Tengo una responsabilidad ante el pueblo, y no podía desvirtuar a una personalidad como esta: tenía que ser lo más fiel posible”.

La música compuesta por José María Vitier, la presentación con fragmento de la última carta de José Martí a su amigo Manuel Mercado; la clásica imagen del Julito encima del bote acercándose en medio del mar; la escena del abrazo entre Consuelo Vidal, “Elena, la flaca”, y Julito, quedarán en la memoria de todos, aunque hayan pasado 40 años.

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