La historia del único cubano en el Hall de la Fama del béisbol de España

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A la derecha, Néstor Pérez.

Agosto será siempre muy especial para Néstor Pérez Suárez. En ese mes, en 2020, el experimentado entrenador y directivo cubano fue promovido al Salón de la Fama de la Real Federación Española de Béisbol y Sóftbol (RFEBS), y de esa forma protagonizó un hecho sin precedentes: el de ser el primer antillano en pertenecer a ese grupo selecto de jugadores, técnicos, árbitros, anotadores y directivos de la pelota ibérica. Cuando se hable de la historia del béisbol en aquel país europeo en los últimos 25 años es obligado hacer referencia al estratega matancero.

El Salón de la Fama de esa nación tiene como objetivo honrar a las personas que han contribuido de manera determinante al desarrollo del béisbol y el sóftbol a nivel nacional, mediante su trabajo y colaboración. Néstor es un ejemplo fehaciente de ello, pues desde su llegada a España, a mediados de los noventa, no ha perdido oportunidades para laborar en pos del progreso del deporte de las bolas y los strikes allí.

Uno de sus mayores aportes hasta la actualidad lo estampó poco tiempo después de su arribo, en 1997, con la fundación del CD Marlins Puerto de la Cruz, en Tenerife, Canarias, y cuyo estadio es el Centro Insular El Burgado. Por ese club han transitado numerosos jugadores, varios han conseguido contratos profesionales en Estados Unidos, otros han defendido a la selección nacional absoluta o han ayudado a que Marlins sea uno de los equipos con más títulos en la División de Honor, liga élite de España.

En los años más recientes, el yumurino, Presidente Honorífico de la organización, se ha encargado de potenciar el talento de la cantera desde su responsabilidad como director técnico de las categorías inferiores del club.

No obstante, la pasión de Néstor por el béisbol ha trascendido los límites de Canarias. Fue manager de la selección nacional juvenil española, se desempeñó por más de dos décadas como Director Técnico de todas las categorías a nivel de país, según una entrevista que le realizó el colega Modesto Agüero; y ha servido de scout de los Bravos de Atlanta y en el presente de los Dodgers de Los Ángeles en Europa.

Para quienes se preguntan si Pérez tuvo vínculos con el béisbol cubano, les digo que sí. Participó en las preparaciones de conjuntos de Citricultores, Henequeneros y Matanzas, además de desempeñarse como coach en las Series Nacionales de 1993 y 1994, bajo la dirección del conocido mentor Gerardo “Sile” Junco. En esos años también trabajó con el pinareño Jorge Fuentes en Series Súper Selectivas y estuvo en los entrenamientos de diferentes equipos Cuba, a tenor con lo dicho a Modesto.

Su hijo, Néstor Pérez Alonso, jugó en el principal campeonato beisbolero de la Isla, con Matanzas, y luego se asentó en Tenerife junto a su padre. De 1998 a 2005 perteneció a los Devil Rays de Tampa Bay y en ese último año jugó su temporada conclusiva en las Menores, con los Rockies de Colorado. Llegó hasta AA.

Posteriormente intervino en la División de Honor y antes, en 2003, participó por primera vez con el equipo español, en el Campeonato Europeo. Tras representar a su segunda patria como atleta en importantes competiciones internacionales, ha desarrollado una ascendente carrera como entrenador, que va desde conjuntos nacionales ibéricos hasta sucursales de los Bravos de Atlanta en Estados Unidos. De 2016 a 2019 dirigió en Ligas Menores.

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D.L.R.

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