La historia de Matt McLaughlin, el primer estadounidense en jugar la Serie Provincial habanera

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Matt McLaughlin ofrece una entrevista en el estadio «50 Aniversario» con la camisa del equipo Plaza de la Revolución. Foto: @mclaugh12/ Facebook.

Un día de 2014, Matthew McLaughlin se dirigía a Cuba desde Estados Unidos por primera vez. Tenía la página de Wikipedia sobre Cuba guardada en el móvil y la leía una y otra vez durante el vuelo. Su padre era fanático de Luis Tiant, lanzador habanero de los Medias Rojas de Boston por casi una década, y él conocía sobre Yasiel Puig y Yoenis Céspedes. Solo eso sabía de la Isla, un poco sobre algunos de sus peloteros.

Mientras estudiaba en la universidad, surgió la oportunidad de aplicar un semestre en el extranjero y tras descartar a República Dominicana, decidió hacer las maletas hacia Cuba, animado por jugar béisbol en un país de rica tradición.

Conformó un programa universitario que le daba créditos para su pregrado. Era parte de un intercambio educacional entre Cuba y Estados Unidos que existe desde hace más de tres décadas. Matt vino a estudiar Economía y junto a él viajaron otros 17 alumnos a incursionar en diferentes carreras, a la vez que tomaban clases de Español. A McLaughlin nuestro idioma no le era ajeno porque en la enseñanza primaria tuvo varios compañeros salvadoreños.

Desde el inicio de su llegada a la Isla aprovechó los descansos para buscar un terreno de pelota y lo que encontró fue a «varios señores jugando a la chapa, con una botella de ron y una caldosa». El joven estadounidense de descendencia irlandesa rápidamente fue uno más en aquel juego completamente raro para él. La rutina de jugar a la chapa y practicar béisbol estuvo siempre a su vera durante los seis primeros meses que permaneció aquí, hasta que se trasladó a la nación norteña para concluir la carrera. Se graduó en mayo de 2016 y en su ciudad nevaba por todos lados.

Matt no ocultaba sus deseos de mezclarse con el calor de Cuba y su gente.

McLaughlin siempre está a gusto en los terrenos de béisbol. Foto: @mclaugh12/ Facebook.

A la semana de graduarse comenzó a trabajar en la agencia Cuba Educational Travel, que se encarga de realizar viajes educacionales a la Isla e involucra a sus clientes con nuestra cultura. Gracias a ese empleo, entre un país y el otro estuvo casi dos años y medio, hasta que decidió enfocarse solamente en la práctica del béisbol en su nación de acogida. Así perseguía uno de los sueños por los que vino en 2014. Echó mano de sus ahorros y de una ayuda monetaria de sus padres y retornó establemente en octubre de 2018. «La experiencia única de jugar pelota aquí» fue decisiva.

Matt quería practicar el béisbol al más alto nivel cubano, o sea, en la Serie Nacional. Cuando comenzó en la «chapa» conoció a una persona que le presentó a Lázaro de la Torre, gloria de nuestra pelota y director del equipo de Plaza de la Revolución en la Serie Provincial. Fue entonces que se acercó a un exjugador alto, fuerte y que apretaba duro la mano. También supo que se trataba del quinto lanzador en victorias del béisbol cubano y el más ganador de la capital.

Realizó algunos lanzamientos y de la Torre lo invitó a que no perdiera el camino. Cada vez que Matthew despertaba, lo que más ganas le daba para enfrentar el día era que en pocas horas entrenaría en el terreno «50 Aniversario», al lado del Teatro Nacional y muy cerca de la Plaza. Allí lo esperaba Lázaro, quien sabía cómo aconsejar a un pitcher o a cualquier jugador, porque fueron muchos años los del Brazo de Hierro en la Serie Nacional. Que de la Torre perteneciera a una de las épocas más significativas de nuestra pelota es algo que enorgullece a McLaughlin.

En 2019, el lanzador de 24 años, nacido en abril en Washington D.C., se convirtió en el primer estadounidense que participa en una Serie Provincial en Cuba y tiene actuación —como relevista— «enfocado siempre en aportar a la causa de mi equipo». Se mostró muy complacido por la oportunidad dada por el cuerpo de dirección de Plaza, conjunto en el que compartió con varios jugadores de Industriales, algo «súper tocao» para él, pues sin vestir el uniforme de los Leones tiene ese privilegio. Coincidió con los pitchers Elder Nodal, Adrián Sosa, Frank Ernesto Herrera y Javier del Pino, a quienes valoró como muy buenos amigos.

Matt McLaughlin juega con una pelota en la casa donde vive en La Habana. Foto: @mclaugh12/ Facebook.

Ser compañero de esos atletas, ser dirigido por un ícono de la capital y escuchar a menudo historias sobre Industriales, han sido razones para que Matt no desista del sueño de estar algún día con los Azules. Sin embargo, para alguien que jugó tres partidos en el estadio de los Nacionales de Washington durante su etapa de preuniversitario, gracias a un torneo nombrado Clásico de D.C., su ilusión de llegar al más alto nivel en Cuba y su incansable amor por la pelota, lo impulsa a querer participar con cualquier equipo de la Serie Nacional.

«Aquí no me pasa lo mismo que con los Yankees, que nunca he deseado estar con ellos. A Cuba llegué con el deseo de jugar en el principal nivel y esa es la Serie Nacional. Estoy centrado en participar algún día en ese torneo, sea con Industriales, Artemisa o cualquier equipo que se interese por mí, porque lo mío es eso, jugar pelota y si es en Cuba, mejor. Si algún día llegara a desempeñarme en mi país, pues muy bien, pero primero tengo que jugar aquí», nos dice quien desde pequeño deseó pertenecer a los Medias Rojas y recuerda perfectamente cuando, con 10 años, vivió el histórico triunfo de esa franquicia en 2004, tras 86 temporadas sin poder ganar la Serie Mundial.

Matthew —domina recta, curva y cambio de velocidad— apuesta siempre por sus condiciones y por su voluntad de entrenar duro. Durante un tiempo vivió solo en La Habana, sustentado por sus ahorros y el respaldo económico de sus padres, quienes vinieron alrededor de cinco veces a Cuba.

Imágenes de Matt McLaughlin, un soñador del béisbol

Matt, en el estadio «50 Aniversario», donde entrenaba junto al equipo de Plaza de la Revolución. Foto: String/ Reuters.
Matt vive como un cubano más. Foto: @mclaugh12/ Facebook.
El equipo de Plaza de la Revolución, bajo la guía de Lázaro de la Torre, le dio la oportunidad a Matt de jugar en la Serie Provincial. Foto: @mclaugh12/ Facebook.
Matt, durante los entrenamientos bajo las órdenes de Lázaro de la Torre. Foto: String/ Reuters.
El equipo de Plaza lo acogió como uno más. Foto: @mclaugh12/ Facebook.

 

El sueño de Matt McLaughlin es pararse en este mismo estadio, pero con el uniforme de Industriales. Foto: @mclaugh12/ Facebook.

Declaraciones de Matt McLaughlin a Cubalite

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