"Slow food" al estilo Mediterráneo Havana

Quien visite el restaurante Mediterráneo Havana, podrá sentir una de las mejores mezclas que se han dado alguna vez entre Italia y Cuba. El sitio, que ofrece lo mejor y más valioso de la cocina típica de ese mar europeo, inmortalizado por Joan Manuel Serrat en una de sus canciones, se vale de ingredientes totalmente cubanos para proponer un menú de lujo.

Entre las ofertas preferidas por los clientes que se llegan por el número 406 de la calle 13, entre F y G, destaca el mixto de embutidos y queso, cuya materia prima fundamental consiste en productos 100% nacionales, fabricados usando las tradiciones de Cerdeña, isla localizada al oeste de la península itálica.

En la confección de los dos componentes fundamentales del entrante han sido fundamentales las enseñanzas de la cultura sarda, transmitidas por personas cercanas al establecimiento. Gracias, en parte, a ese aporte, los antillanos han aprendido a hacer su propio salame, salchicha, panceta (bacon) y lomo, sin usar en el proceso nada más que sal, pimienta y ajo.

También es obligatorio referirse a las manufacturas de queso de cabra —bautizado como Nabacoa— y su contraparte vacuna, llamado Flor de Cuba. Asimismo, un lugar importante merece la ricota (requesón), variante que despierta la admiración de los comensales.

Si seguimos hacia otra parte de la carta, encontramos recetas particularmente disfrutables como el carpaccio (crudo) de pargo, las croquetas de pescado y el pulpo (con papas o a la genovesa), así como las pastas frescas elaboradas in situ, entre las que el tagliatelle (tallarín) es muy recomendable.

Lo anterior se complementa con otra lista de platillos que incluyen el suquet de pescado, el estofado de cabrito o las puntas de filete en salsa de champiñones, todos con el sello distintivo de Luigi Fiori, un chef con partida de nacimiento sarda, cuyo arte ofrece al lugar un plus por el que vale la pena visitarlo.

Por otro lado, si usted prefiere “jugar al seguro” y escoger algunas opciones más conocidas, como pizzas, lasagnas, spaghettis o ravioli, puede hallar toda la variedad que su curioso paladar le llame a probar.

Ariel Coroas, encargado de administrar el Mediterráneo Havana, nos contó sobre la génesis del lugar, que vino a partir de la amistad de dos guanabacoenses: Raúl Relova, dueño del ristorante, y Misael Ponce, propietario de Vista Hermosa, finca agroecológica integral que se ubica en la zona de Bacuranao, aproximadamente a tres kilómetros del puente de Santa Fe.

Todo comenzó hace siete años, como un vínculo que implicaba el mero abastecimiento de productos desde las tierras en Guanabacoa hacia el establecimiento del Vedado. Con el tiempo, se fue transformando en un proyecto a mayor escala, basado en la familiaridad y el compromiso. Ello convirtió al sitio en un defensor del slow food, entre otras cosas, gracias a la implementación del sistema «de la granja a la mesa”.

Este concepto de slow food busca ser una alternativa a la estandarización que existe hoy en la gastronomía y, para ello, promueve un concepto de dos bases esenciales: placer y conocimiento. El movimiento, que ya tiene escala mundial, persigue como objetivo fundamental preservar el patrimonio culinario de cada lugar, así como sus ingredientes y la forma de obtenerlos. Se trata de hacer comida buena (por el sabor), limpia (para la salud) y justa (económicamente, para todas las partes que contribuyen en el proceso).

“Nosotros estamos enfocados en promover un modelo sostenible, basado en la idea de que si escogemos lo que vamos a comer, podemos dar nuestro aporte al planeta, y generar un cambio con el cual se beneficien, además de los productores, la naturaleza y la cultura. Al final, es algo que le viene bien a todas las personas que forman parte de la cadena, desde el viejito que siembre lechuga, hasta el cocinero que prepara un plato exquisito», explicó Coroas a Cubalite.

Además de la sede existente en el centro de la urbe capitalina, el desarrollo de este negocio a cuatro manos ha permitido la creación de un restaurante criollo en Vista Hermosa, hasta donde pueden ir de excursión los visitantes foráneos y locales que prefieran pasarla bien en la experiencia llamada Fiesta Campesina, la cual consiste en pasar un atardecer acompañado de delicias típicas como el guarapo, el lechón asado, la yuca con mojo, el congrí y las ensaladas de estación, todo matizado por la presencia del grupo musical A Granel que da forma a un verdadero guateque made in Cuba.

Premios y certificados:

2015: