Mirtha Lilia Pedro, la actriz cubana que ahora aparece en tres telenovelas al mismo tiempo

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Mirtha Lilia Pedro. Foto tomada de enfoquecubano.blogspot.com.

En tiempos de pandemia, la televisión cubana retransmite dos novelas –Destino prohibido y Bajo el mismo sol– en su programación de la tarde, mientras que en el horario nocturno estelar, coloca El rostro de los días.

Estos audiovisuales, aunque con temáticas bien diferentes, han gozado de la aceptación del público y, además, tienen como punto en común que una misma actriz aparece en las tres. Mirtha Lilia Pedro encarnó a Iluminada en Destino prohibido (2004); a Tatiana en Bajo el mismo sol (2011) y a Reina en la más reciente.

Conversamos con la actriz, quien nos comentó sobre lo que significa esta “bendita coincidencia” que la lleva hoy a los hogares cubanos, de lunes a viernes:

“El hecho de que estén transmitiendo tres telenovelas en las cuales participo me ha permitido apreciar mi trabajo a través del tiempo, valorar mi crecimiento y mostrar mi versatilidad. Son tres personajes diferentes, con una sicología particular, pero cada uno tiene su complejidad”.

Iluminada

En esta telenovela dirigida por Xiomara Blanco, Mirtha Lilia encarna a Iluminada, una empleada doméstica en la casa de los señores ricos. “Es un personaje que es de otra época, de menor edad a la que yo tenía cuando lo interpreté y posee una manera de expresarse muy diferente”. Es muy joven, casi niña, pero descubre el amor y sufre la discriminación. Como era común en ese tipo de empleados, no tenía formación escolar, de ahí sus expresiones coloquiales «naitica» «alaba`o se mi santo» . En esta producción compartió escena con consagrados actores y actrices como Rogelio Blaín, Tahimí Alvariño y Blanca Rosa Blanco.

Tatiana

Bajo el mismo sol fue una obra por temporadas que tuvo como directores a Jorge Luis Alonso Padilla y Ernesto Fiallo. Su trama variaba en cada parte, y en la segunda, entre otras historias, se presentaba a Tatiana, madre soltera que debe trabajar hasta el cansancio para sacar adelante a su hijo Rudy, quien no se lo pone nada fácil. «Ten tu fe que sí», es una de sus frases más representativas. Mirtha Lilia nos comentó que quizá es este el rol con el que más se identifica. “Esta fue la cuarta novela que realicé y es el personaje que tiene más que ver conmigo. He sido madre soltera en tres ocasiones, tengo tres hijos, y sé lo que es eso”.

Reina

El rostro de los días (2020) está por concluir y nos deja sentimientos encontrados con personajes que en un inicio repudiamos y ahora se han vuelto entrañables. Este es el caso de Reina, que en cierto momento rozó los límites de lo negativo. Su obsesión con Fabián y la idea de querer conquistarlo a toda costa, sin importar a quien hacía daño, ha ido cediendo y ha dado paso a una mujer que busca otra oportunidad en la vida. Sobre esta, su sexta novela, Mirtha Lilia nos revela que “la gama de emociones y actitudes por las que transita el personaje de Reina fue compleja. Es un escalón más arriba de mi personalidad, por lo tanto, requería que yo me violentara un poco para poder llegar a transmitir la esencia de ella”.

Más allá de estas coincidencias en la parrilla de programación actual, la actriz, que obtuvo el premio Caricato de actuación femenina en 2008, nos habló de otros trabajos, entre los que no podía faltar su primer acercamiento a la televisión:

“Recuerdo mis primeras actuaciones con mucho cariño y gratitud hacia mis directores. La primera fue en A pesar de todo (2000) con el personaje de María Karla, que para mí fue un gran descubrimiento. Eduardo Moya, el director, fue un excelente maestro para todos los que empezábamos a hacer televisión en aquella novela. Él se sentaba con nosotros cada vez que íbamos a hacer una escena y nos preguntaba ¿qué vienes a hacer?, ¿de dónde vienes?, ¿con qué emoción? Siempre hacía algo, y sin decírnoslo, provocaba que lográramos la emoción que tenía que tener el personaje en ese momento. Nos decía que no nos preocupáramos por luces, cámaras, que eso era de él; lo nuestro era actuar simplemente. Pero debíamos estar pendientes de muchas cosas. Teníamos que hablar en un nivel determinado para que el audio saliera bien y fuera orgánico. Son muchos factores a tener en cuenta cuando se hace televisión; ahora uno lo tiene incorporado, es como una segunda naturaleza, pero al principio fue bien complejo. No se graba cronológicamente y tienes que recordar qué emoción tenías, cómo estabas en ese instante en que se grabó antes o en el que se grabará después».

En su carrera profesional, ha participado en disímiles obras y ha tenido presencia en distintos medios. “Yo pienso que cada uno tiene su complejidad y son muy disfrutables todos. He hecho mucha radio, me encanta. También cine. Hice un minúsculo personaje, pero que se nota, en el filme El extraordinario viaje de Celeste García: soy una de las que atiende en la oficina de vuelos interplanetarios. Era una escena muy simple, pero muy simpática. No he tenido la suerte de hacer otros personajes en el séptimo arte, espero que llegue en algún momento. He trabajado en la escuela de cine. Estuve inmersa en un cortometraje, Sala Iberia, que obtuvo premio de actuación en España y en el Festival de Cine de Gibara”.

Aunque ha actuado en seis telenovelas (entre ellas, La cara oculta de la luna y Más allá del límite; en ambas interpretaba a una maestra), su medio preferido es el teatro. “Desde que me gradué, estoy allí, no he dejado de hacerlo, e incluso tengo premios por el monólogo Juicio y condena pública de Charlotte Corday. Pertenezco al grupo Teatro del Silencio que dirige Rubén Sicilia. Con esta agrupación, y gracias a la puesta en escena de El maestro y la ninfa, obtuvo un galardón en el X Festival Internacional de Teatro Clásico en 2019.

Mirtha Lilia Pedro y Miguel Fonseca en la obra teatral El maestro y la ninfa. Foto tomada de enfoquecubano.blogspot.com.

Su inclinación por este le viene desde muy niña. “Mi maestra de primaria, de preescolar a quinto grado, Mercedes García de la Cruz, incentivaba en todos sus alumnos el deseo de actuar. Nos ponía a representar obras en los matutinos. Me daba a aprender muchas poesías. Cada vez que venía una visita, iba a recitar. Yo también vivía al lado de una sala de teatro en Candelaria, Pinar del Río, y el muro de esta colindaba con mi patio; entonces me encaramaba y veía las representaciones que se hacían. Muy pronto formé parte de esos grupitos de aficionados y participé en varios festivales”.

“Estuve en el programa Que siempre brille el sol, y cuando terminé de estudiar en el Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Federico Engels, de Pinar del Río, me presenté a las pruebas del ISA. Yo siempre tuve muy claro que quería ser actriz”.

Actualmente trabaja con el Coro Cascabelito, donde enseña a los niños las maneras de la actuación.

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