Un arete en cada oreja, una gruesa cadena dorada y un peculiar peinado que incluye dos rayas muy visibles en la parte izquierda de su cabeza, es el look que lleva el pelotero cubano Dariel Álvarez en Panamá, sede de la vigente edición de la Serie del Caribe. Dariel, como muchos deben conocer, no compone el plantel de 28 jugadores dirigidos por Pablo Civil, manager del equipo Leñadores de Las Tunas, campeón en la pasada temporada de la Serie Nacional.
La vida de Álvarez cambió hace algunos años cuando salió de Cuba con el objetivo de llegar al profesionalismo en un deporte que en su país natal le permitió integrar dos selecciones nacionales en categorías inferiores y un elenco de mayores a un torneo del ALBA en Venezuela. Ahora lo encontramos vistiendo la camiseta del equipo Charros de Jalisco, monarca de la Liga Mexicana del Pacífico, donde fue elegido como MVP de la final, tras empujar once carreras y disparar tres cuadrangulares.
Ayer los Charros descansaron en el grupo A, donde ganar se les ha hecho imposible en dos partidos, de ahí que aparezcan en lo último de la tabla y con la soga en el cuello, casi a la medida. El camagüeyano tampoco ha lucido la excelente forma con que cerró en el circuito rentado azteca, aunque los torneos cortos nunca me han parecido el termómetro más justo para hablar de si fulano está bien o mal al bate. De todas formas, algo es cierto y es que Dariel, como cuarto madero, no ha podido embasarse en ocho oportunidades, de ellas cuatro ante los envíos de los cubanos Lázaro Blanco y Vladimir García.
Después de concluido el choque frente a los Leñadores, el agramontino expresó en una entrevista publicada en la cuenta en Twitter de los Charros que estaba muy agradecido con Dios y con México por darle la oportunidad de estar en este torneo, pues representa a un país, a un club y a millones de personas que siguen el béisbol. Es algo bien bonito, agregó, enfrentarse al equipo cubano, son sentimientos encontrados. “No conozco a todos los jugadores cubanos que aquí participan. Jugué durante seis años en Cuba, pero con el que más relación tengo es con Alexander Ayala, que vive en mi provincia natal».
El outfielder @darielalvarez64 habla de lo que significa enfrentar a su país y de representar a México en la Serie del Caribe ?????⚾️#CharrosEsMéxico ???#QueremosLaDiez ⚾️?? pic.twitter.com/DM9C2TOLMY
— Charros de Jalisco (@charrosbeisbol) February 6, 2019
“Pasé un tiempo conversando con él, se siente súper bien. Después de tantos años, volver a encontrarme con muchos de ellos es algo lindo. El béisbol que se juega en Cuba es con fundamentos: tratar de avanzar al corredor o tocar la bola, por ejemplo. Nosotros tenemos que intentar opacar sus potencialidades y hacer nuestro trabajo”, dijo el jugador de 30 años que participó por primera vez en la pelota azteca este invierno.
Hoy su equipo tratará por todos los medios conseguir un éxito y lo hará, de nuevo, ante el representativo insular, por lo que el camagüeyano vivirá la misma experiencia en apenas tres días. Pero, ¿sabían ustedes que esta no es la primera ocasión que Álvarez enfrenta a un elenco cubano?
Sucedió hace tres años en la edición que recibió el estadio dominicano Juan Marichal, ganada a la postre por los Venados de Mazatlán. En Quisqueya, el jardinero conformó la plantilla de los venezolanos Tigres de Aragua, conjunto que venció a los Tigres de Ciego de Ávila con pizarra de 3-1. La final fue un duelo entre la escuadra morocha y la mexicana y como se dijo, el título correspondió a los segundos. Al término de la justa, Dariel cargó con el premio de Mejor Designado.
“Fue un juego más. Soy cubano, pero se me dio la oportunidad de jugar en contra de ellos y éramos rivales. Fue una experiencia muy bonita representando a los Tigres, que era lo más importante”, aseguró en una entrevista realizada hace dos años.
Actualmente el agramontino se encuentra sin equipo de Grandes Ligas, pues los Orioles de Baltimore lo liberaron después de una cirugía de Tommy John que lo alejó un tiempo considerable del béisbol. En el máximo nivel estuvo en 2015 y 2016, años que compiló 14 choques, con average de .250, siete inatrapables, un jonrón y un remolque como patrullero. Ahora es agente libre y lo más seguro que tiene en sus manos es un contrato de verano con los Toros de Tijuana.
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