Dice Rolando Torres Pinto que alrededor de las 11:30 am del pasado miércoles 17 de mayo, él volvió a nacer. Ese día, el pelotero artemiseño debía arribar al estadio 26 de Julio para entrenar de cara al primer partido de la subserie que sostendrían los Cazadores contra Isla de la Juventud, pero nunca llegó a su destino.
“Me dieron botella junto a mi esposa para estar antes en el estadio y pasó que en una curva se le fueron los frenos al carro. Al doblar cayó en un bache y terminamos dando alrededor de tres o cuatro vueltas.
“Cuando sentí que el auto se iba a virar, vi todo como en cámara lenta y me tiré para encima de mi mujer para protegerla. Gracias a eso se dio menos golpes y también debido a que no nos salimos del carro, porque en el lugar del accidente, fuera de la carretera, hay muchas piedras grandes que nos podían haber hecho mucho daño, e incluso nos pudieron matar”, relató Rolando a Cubalite en una conversación a través de WhatsApp.
Reveló que todo sucedió muy rápido y que la experiencia resultó terrorífica para él y sus acompañantes. “No se lo deseo a nadie. Ver la muerte así tan de cerca y no poder hacer nada es duro. Creo que Dios nos protegió en todo momento porque, viendo cómo quedó el carro, era para que hubiéramos muerto”, contó el jardinero de la joven provincia.
Tras el accidente, Rolando y los demás fueron trasladados al policlínico de Alquízar. Allí les brindaron los primeros auxilios y los remitieron hacia el hospital de San Antonio de los Baños, en donde también recibieron todas las atenciones y les hicieron placas y ultrasonidos, entre otros análisis, para comprobar las lesiones que tenía cada uno.
“Estuvimos cuatro horas en observación. Al ver que los resultados de las pruebas fueron favorables, y al verificar que estábamos conscientes y sólo teníamos heridas superficiales, supimos que no había nada más de que preocuparse”.
Menos de una semana después del enorme susto, Rolando, quien recibió golpes en la cabeza, la cadera y la columna, aún acusa dolores y moretones, pero poco más. Incluso nos contó que, a tres días de la escalofriante experiencia, el sábado 20 de mayo se fue al estadio y se mantuvo en el banco apoyando a sus compañeros durante el duelo en que vencieron 12-1 a los Piratas.
“El domingo me atreví a hacer par de swings porque ya me sentía mucho mejor. Lo que sí me duele todavía es cuando corro o camino, y también tengo la columna inflamada. Estoy valorando con el médico a ver si pronto puedo incorporarme. Ahora mismo me siento al 40 o 50 % de mi capacidad”, explicó el atleta que batea y lanza a la derecha. No obstante, añadió que ya podría salir a batear como emergente, aunque para cubrir los jardines todavía debería esperar al menos una semana.
Torres, quien aún se encuentra bajo tratamiento con antiinflamatorios y hielo, además de hacer mucho reposo, ha dicho que en estos momentos difíciles ha contado con todo el apoyo de sus compañeros y del director de la nave artemiseña, el exlanzador Yuliesky González.
Hasta el momento del accidente, el joven, que cumplirá 24 años el próximo 19 de julio, acumulaba solamente dos comparecencias al bate (sin hit) con el uniforme de los Cazadores en su primera temporada en la Serie Nacional. Esperemos que regrese lo antes posible y pueda sumar más experiencias con tal de ayudar al plantel que actualmente marcha líder de la clasificación con marca de 29 victorias y 20 derrotas.
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