Problemas personales y de salud lo alejaron por tres años y ahora retornó camino a su mejor temporada

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Cuando todo podría hacer pensar que no estaría a la altura, el de los Cachorros respondió como mejor sabe hacerlo. Foto tomada de Radio Angulo.

A lo largo de la historia de nuestras series nacionales han existido numerosos peloteros que, pese a ser poco mediáticos, acumulan años de buen rendimiento y poco o nada se dice sobre ellos. A veces el propio hecho de que sus nombres sean escasamente mencionados por la prensa incide de forma directa en que los técnicos no los convoquen a la hora de conformar las preselecciones del Cuba. También está el factor de la edad, al menos en el caso de los bateadores: cuando se rebasa cierta cantidad de abriles, no muchos son los elegidos para asistir a algún certamen foráneo. Hay que hablar también de la fatalidad: en una misma época pueden coincidir disímiles jugadores de gran nivel en una misma posición y, ante la limitada participación internacional, ello puede provocar que unos cuantos no puedan ni colarse en un concentrado que reúna a lo mejor del país.

Hoy venimos a hablarles de Yeison Pacheco Massó, santiaguero que defiende la casaca holguinera desde la temporada 2005-2006. Aclaremos: no ha sido este hombre el mejor pelotero en ninguno de los lugares a la defensa en que se ha desempeñado, pero sí tuvo algunas campañas en las que mereció ser tenido en cuenta, sobre todo hace más de una década, cuando existían diversas competencias en la arena internacional y era posible conformar varios elencos nacionales en un mismo año.

Argumentemos lo anterior: desde 2005 hasta 2011, el utility bateó más de .300 en seis ocasiones y consiguió siempre OBPs superiores a los .350 (en una ocasión llegó hasta .380). En tres series (XLVIII, XLIX y L) empujó más de 40 carreras. En esa misma cantidad de campañas superó los 20 extra bases (en la 50 pegó 29: 21 dobles, dos triples y seis vuelacercas). Cierto es que después de esa etapa a la que hacemos referencia, su rendimiento ha tenido grandes altibajos, en los que ha alternado campeonatos con una regular producción al bate y otros bastante buenos, pero si hay algo destacable en la actuación de Pacheco desde que llegó a la nómina de los Sabuesos es esto: lleva más de quince años embasándose, como promedio, más de una vez por partido. Eso no debería parecer poca cosa.

Antes de apartarse del béisbol, su última contienda había sido la 2016-2017, en la que cerró con línea de .271/.318/.377, 20 tubeyes, seis cuadrangulares y 42 remolcadas. No fueron sus mejores números, pero tampoco fueron despreciables para una despedida. No obstante, todo parecía indicar que volvería en algún momento.

Hace unos meses, previo al inicio de la Serie 60, ofreció una entrevista al canal de YouTube Liván Deportes TV en la que conversó sobre su regreso. “Estuve tres años fuera de la pelota, pues pensé que era el momento de dejar de jugar por problemas personales y de salud que tuve. Por eso decidí descansar. En ese tiempo siempre tuve el deseo y mantuve la motivación para volver al equipo que me ha dado lo poquito que he logrado en la pelota”.

Declaró, además, que no estuvo alejado de los diamantes. “Durante ese período me mantuve jugando softbol los fines de semana en una liga bastante competitiva en Holguín. Entrenaba pensando en que podía regresar y ahora tengo muchos deseos de volver a ayudar al equipo”, confesó.

Antes del arranque de la actual justa, no pocos podían haber pensado que serían incógnitas el estado de forma de Yeison y lo que este podría aportar al equipo. A esos, el pelotero respondió como mejor sabe hacerlo. Hasta el juego de ayer, en 194 turnos llevaba 61 imparables (siete dobles y 10 bambinazos: nunca había conectado más de nueve batazos de vuelta completa en un torneo de este tipo), válidos para un average de .314; su OBP es de .352 y ha empujado 43 carreras (59 fue la mayor cifra de remolcadas que consiguió en un campeonato). Solo se ha ponchado en 15 oportunidades y ha recibido 13 boletos. En cuanto a los apartados ofensivos, marcha en el séptimo puesto entre los jonroneros y noveno en el listado de los que más empujan ¿Alguien podría asegurar que estamos hablando del regreso del año? Por supuesto que sí. Motivos sobran.

De seguir con esa tendencia, el santiaguero podría completar la mejor campaña de su vida, pero, nos atrevemos a decir, tampoco será tenido en cuenta por la Comisión Nacional. Ojalá sucediera lo contrario.

En 15 Series anteriores a esta, presentaba slash line de .293/.349/.400, con 172 tubeyes, 23 triples, 61 vuelacercas y 470 propulsadas. A la defensa posee un excelente .985, producto de 96 errores en 6257 lances.

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