¿Qué ha sido de Miguel Moreno, el humorista conocido como «La llave»?

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Miguel Moreno. Foto tomada de Cubasí.

El guantanamero Miguel Moreno alterna desde hace 30 años entre el humor y la abogacía, un par de carreras que pocos habrían imaginado que compaginaran tan bien. Interesado desde niño por la escena, su camino hacia ese sitio se vio torcido por culpa de gente más centrada en cumplir con los cupos de ciertas carreras que en satisfacer las inquietudes de los jóvenes estudiantes. Sin embargo, para él eso terminó en más ganancias que pérdidas.

“No había empezado la escuela y ya en el barrio inventaba comedias o teatralizaba algún cuento. Tuve la aspiración de estudiar en el Instituto Superior de Arte (ISA), pero las circunstancias no me ayudaron: no me enteré cuando se realizaron los exámenes de ingreso y para colmo no fueron en Guantánamo”, comentó en una entrevista hace más de una década.

En otro intercambio explicó que el aviso no le llegó, debido a que había intereses en que los jóvenes de su generación se incorporaran a otro tipo de carreras. Pese a ello, agregó: “me alegro, después de todo, de que no me hayan avisado para las pruebas, porque si algo yo quería ser en la vida era abogado y de eso me gradué en la Universidad de Oriente”.

La “doble vida” de Miguel lo obliga a viajar constantemente desde su provincia hasta la capital para grabar programas, participar en presentaciones teatrales o algún otro proyecto vinculado a su arista artística. 

De esta curiosa dualidad que ha marcado su trayectoria durante tanto tiempo, contó al diario provincial guantanamero: “a veces durante los juicios en el Tribunal la gente se ríe por un gesto, una inflexión de la voz o alguna palabra que uso y, aunque lo hago intencionalmente para relajar las tensiones o para que me presten más atención, no se me ocurriría hacer un show de un momento en el que se deciden cosas tan serias y dolorosas para las personas, como es, por ejemplo, ganar o perder un litigio por una vivienda”.

También en esa línea, sucedió que en cierta ocasión fue interrogado sobre qué forma le parecía mejor para luchar contra el crimen y la ilegalidad, a lo cual contestó de una forma muy original: “el humor tiene un efecto más inmediato (que la ley) en visualizar la forma en que la gente evade la legalidad y puede servir como vehículo para denunciarla; las leyes se demoran un poco más por el propio mecanismo que está establecido para hacerlas cumplir. Del humor nadie se escapa; de las leyes, lo han logrado algunos”.

Este hombre, que tiene un Máster en Derecho Mercantil y Financiero, comenzó a darse a conocer seriamente a escala nacional en 2006, cuando empezó a salir en la sección Dale taller, del programa televisivo Deja que yo te cuente, con el personaje del inspector La Llave. 

“El programa necesitaba de escritores y me propusieron colaborar, porque a la dirección le agradó la idea del personaje La Llave, pues con sus características de propiciar conflictos se podía insertar en la historia de la empresa, como contrapartida de la gente que labora allí”, relató Miguel en 2008

Aunque el personaje se hizo famoso en la televisión nacional, había nacido mucho antes en Guantánamo con el objetivo de aparecer en un espectáculo inspirado en un chequeo de emulación.

“En ese momento no tenía la psicología que hoy muestra en la televisión: era un tipo marginal, de pasado complicado, que quería reintegrarse a la sociedad y para lograrlo se presentaba dondequiera, dándose golpes en el pecho como el más cumplidor. Ahí, en esa contradicción entre lo que él había sido y lo que quería ser, estaba el chiste del asunto”, contó en otro diálogo.  

Aunque casi todos le conocieron primero por su rol en el grupo Komotú, el mismo que hizo aquel sketch de Fraude celestial en el programa Y tú de qué te ríes (1999), su primera agrupación de humor la fundó mientras estaba en el preuniversitario y luego continuó ese proyecto durante su etapa en la casa de altos estudios oriental. 

Una vez graduado, en el Bufete Colectivo en donde lo ubicaron creó Abogarrisa, su primer tándem entre la ley y el chiste, y para 1995 le llegó la oportunidad de unirse al grupo en el que lleva más de media vida.

Cuando empezó en Komotú, la alineación ya llevaba un año en activo con hasta siete integrantes más. Allí se mantuvo como “amateur” hasta que para 2006 lograron que el Centro Promotor del Humor los convirtiera en parte de su catálogo a él y a sus colegas Alexis Ayala y Yasnay Ricardo, los otros dos miembros que han continuado como parte del “equipo” hasta el presente.

Fuera de pantalla, Moreno también ha tenido una carrera en la radio. En la emisora CMKS de su provincia tuvo presencia como actor y guionista del programa El Psicólogo en casa (2005), y luego, entre 2005 y 2010, trabajó en la revista Que aparezca el nombre. En ese último espacio mantuvo la versión “marginal” de La Llave, aunque llegó a admitir que en tal contexto “el personaje ha evolucionado, sigue con bajo nivel, pero está más preocupado por asumir responsabilidades en la sociedad y es precisamente ese motivo lo que genera el humor: lo que él quiere hacer y la realidad no se lo permite”.

Gracias a su estilo, que busca explotar los problemas sociales que a veces no se visibilizan tanto como deberían, Moreno ganó junto a Deja que yo te cuente el premio al mejor programa humorístico en una de las ediciones del Festival Nacional de Televisión.

En el teatro también ha acumulado un sinnúmero de galardones dentro de los Festivales Aquelarre. Entre sus textos, monólogos, sketches y unipersonales galardonados están El trovador, Esto no hay Krim lo arregle, El maestro repostero, Afiches, El reloj, No hay tren hacia la dicha, El muro y De lo oculto a lo popular. 

Además, sobre las tablas ha sido parte de shows como Alguien Komotú y Con Komotú, ambos con su grupo, así como Ahora sí tengo La Llave, junto a La Oveja Negra. En televisión, más allá de Deja que yo te cuente, Miguel ha aparecido indistintamente en programas como Y tú de qué te ríes, Punto G, Fin de semana, A Moverse o Vivir del Cuento.

Actualmente sigue residiendo en Cuba y en febrero pasado participó en el Festival Nacional de Humor Satiricón, junto a varios humoristas destacados de la Isla como Michel Pentón, La leña del humor, Caricare y Jorge Bacallao. Entonces también fue parte del espectáculo Sinfonía con de nada, protagonizado por Kike Quiñones junto a la Orquesta Sinfónica de Holguín y exhibido en el teatro Eddy Suñol de la ciudad de los parques

Según refleja la página oficial de Komotú en Facebook, el grupo se presentará en el Teatro Guaso los días 12, 13 y 14 de mayo con la reposición (adaptada) del show En la férula del libro.  

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