Retrospectiva: Lo que pasa en el estudio… ¿se queda en el estudio?

2 min


0
Los Bee Gees en el estudio, en 1970. Foto tomada de Irish Mirror.

Los procesos de grabación son de las cosas que más me fascinan, aún cuando nunca he tenido la oportunidad de estar presente en ninguno de estos actos creativos. Desde mi época de estudiante universitario, profesores y amigos me contaron haber visto algún que otro video Betamax o VHS por aquellos tiempos que revelaban cosas que pasaban en los estudios.

Aunque por más de 4 décadas añoré disfrutar el momento en que los hermanos Gibb incorporaban el famoso efecto de “disparo” a la grabación en Tragedy estaba convencido de que era un archivo de audio mientras que un colega afirmaba que Barry lo había simulado a boca limpia, fue en 1985 que vi mi primera historia tras bambalinas o making of, nada más y nada menos que de la grabación de We Are the Wold. Todavía tengo el DVD que compré hace 15 años.

Ahora, mucho de lo que pasa en los estudios es de dominio público, pues gracias a la tecnología moderna los making of o las descargas informales como Live from Daryl´s House o Sanborn Sessions mencionadas en un artículo anterior resultan productos adicionales que generan ingresos. Hoy comentaré brevemente sobre algunos “efectos especiales” que se generaron en los estudios o que se añadieron a los instrumentos musicales durante el proceso de grabación o en post-producción. Algunos lectores contemporáneos recordarán las sirenas de los patrulleros en Pedro Navaja y el timbre de El telefonito, ambas de Rubén Blades… cierto, pero aquí tengo otras.

Los hermanos Gibb en los Criteria Studios de Miami, 1979 y el famoso disparo que oímos en Tragedy.

Dos fenómenos meteorológicos que han quedado en la música son los truenos y el viento. En el primer caso, el productor germano, Frank Farian, optó porque los primeros sonidos de esta versión de I Can´t Stand the Rain del grupo Eruption muy famoso en mi época de pepillo serían unos truenos reales mientras que la caída de la lluvia se imitaría con sintetizadores. En el link que compartimos, sin embargo, es evidente que los truenos han sido simulados.

En Ride Like the Wind, canción-western de Christopher Cross, el productor, Michael Omartian, decidió añadir a la grabación un Clint Eastwood moment y, sin dificultad alguna, encontró en una biblioteca de sonidos el efecto de viento que apoya las notas introductorias.

Como todos sabemos, el teléfono ha sido objeto de muchas composiciones ¿se acuerdan del 44-30-25 que por alguna razón no sonaba? y algunos productores o intérpretes no han dejado de incorporar algún ring a la grabación.

Cuenta el legendario y fallecido DJ Casey Casem, sin embargo, que durante varios días, Jeff Lynne, de la Electric Light Orchestra, estuvo explorando varios tipos de tonos para el comienzo de su Telephone Line, pero ninguno le convenía. Un buen día, uno de los miembros de su equipo de producción le hizo escuchar el sonido típico de una llamada internacional fallida. Me imagino que tan pronto Jeff lo oyó dijo Yes! pues fue el que quedó. Aquí les dejo la grabación de audio original y una reciente actuación de ELO.

Si se embullaron con el tema, entonces les sugiero que oigan de nuevo If You Leave me Now de Chicago y no se pierdan la campanita que suena antes que entre el vocalista, o se pongan un par de audífonos y noten el paso de un avión en Let´s Groove de Earth, Wind and Fire en la estrofa and glide like a 747… ¡De que hay otros efectos, no tengo duda!

Anuncios
Anuncios
Anuncios

0 Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GDiaSan

× ¡¡¡Contáctanos!!!