Retrospectiva: Viaje a Marte

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Bruno Mars. Foto tomada de WallpaperAccess.

Nunca he encontrado una explicación acerca de por qué ciertos nombres de artistas y grupos se han traducido del inglés al español y otros no. Por ejemplo, a mi banda favorita se le anunciaba en la radio nacional como Tierra, Viento y Fuego; sin embargo, nunca escuché que a Air Supply se le presentara como Abastecimiento de Aire o, en el peor de los casos, Ponchera.

Ejemplos hay muchos. Pero hoy, para forzar un título atractivo, me tomo una licencia creativa y de traducción para hablar de un poquito de Bruno Marte. Por supuesto, Bruno Mars, un ídolo de la generación joven actual y no precisamente de la mía.

Los lectores de esta sección, acostumbrados a las notas propias de un Enrique El Antiguo de la música -y que además colecciona CDs en la época de iTunes y Spotify-, se preguntarán “¿Y que tiene que ver Mars con la Retrospectiva?” Allá voy, en unas líneas.

En mi casa siempre existió cierta dominación en cuanto a la música que se escuchaba, al menos en la época en que mis hijas estaban en primaria y secundaria. Así, ambas crecieron con lo mejorcito de la producción anglosajona de los 70 y los 80. Cuando empezamos a ver las primeras temporadas de The Voice en familia, ya ellas conocían los temas escogidos tanto por concursantes como por jueces. Incluso hubo un día en que la más pequeña -tendría 8 o 9 años- me dejó boquiabierto. Un concursante cantaba Sarah Smile, tema no tan popular en casa, y yo pregunté “¿de quién es eso?”. Ella respondió con toda seguridad, “Hall and Oates”.

Pero en este proceso, uno también escuchaba algunas de las cosas que ellas traían a la casa como resultado del intercambio con sus compañeros de escuela. De vez en cuando uno se espantaba con letras tales como Me siento suave, me siento rico, cuando te veo en calentico yo me excito…sin saber que lo peor de lo peor estaría aún por llegar.

Y entre los temitas buenos nos trajeron dos o tres de Pharell Williams -me encantó verlo en unos Grammys junto a los legendarios Stevie Wonder en voz y teclado, Nile Rodgers exguitarrista de Chic y Nathan East, bajista de miles de sesiones de grabación- y otros de Bruno Marte, entre ellos, Treasure y 24K Magic. No puedo afirmar por qué estos intérpretes les gustan a ellas… ¿el ritmo? Seguramente. Por ahí también fue que me engancharon.

No recuerdo bien ahora qué me motivó hace dos semanas a añadir a mi colección dos CDs más, el Unorthodox Jukebox y el 24K Magic. Quizás porque en ambos están regados los dos o tres numeritos que he disfrutado de Mars y me dije “voy a arriesgarme a ver qué otra cosa buena hay”. Y aquí estoy, sorprendido, pues este viaje de descubrimiento a Marte, a Mars, es como sentirse catapultado a los 70 y los 80.

Le mando un texto a mi hija menor sobre lo que estoy oyendo y ella me responde “Sí, estilo Michael Jackson”. Pero yo oigo más. A James Brown, a KC and the Sunshine Band, a DeBarge, a Sugar Hill Gang, a Prince, a Chic, a Kool and The Gang, a Keith Sweat, a R. Kelly, y oigo también muchas otras notas y frases, instrumentos, efectos y armonías que alguna vez, o muchas veces, escuché décadas atrás y que ahora no logro identificar con la misma rapidez que mi hija menor identificó a Hall and Oates hace algunos años. En conclusión, escuchar a Bruno Mars es hacer una retrospectiva.

Entonces, para los tembas que queremos ponernos a tono con lo que escuchan nuestros hijos, recomiendo que hagan su propio viaje a Marte. A Mars. Quizás el 24K Magic sería un excelente punto de partida.

Bruno Mars junto a Mark Ronson en Uptown Funk

Clips del concierto 24K Magic Live at the Apollo Theater, Harlem, Diciembre 2017

Curiosamente, el video comienza evocando una escena del filme The Blues Brothers. Los lectores más veteranos podrán encontrar otras alusiones, flashbacks o …retrospectivas  

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