Roberto Espinosa: “Aceptamos la violencia en otras series, pero con una escena de violación en la telenovela muchos se alarmaron”

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Roberto Espinosa. Foto tomada de su perfil en Instagram (@robertoseba92).

Probablemente desde que, en 2013, el director Bernardo Bertolucci admitiera que el célebre encuentro sexual de El último tango en París (1972) no fue consentido, Hollywood acumula una lista de complicadas escenas de violación. Desde Cuba, quizás hayamos visto varias de esas sin mucho alboroto, pero aquí también se han escenificado varias de corte violento. Sin embargo, este 2020 nos sigue sorprendiendo, y se vio en televisión nacional, en uno de los espacios de mayor audiencia –la novela cubana El rostro de los días–, una escena en la que un adulto violaba a una adolescente de 14 años. Después de aquello, comenzaron a saltar las alarmas.

En las redes sociales –e incluso en las calles– algunas personas han iniciado una cruzada en contra del actor que encarna al personaje, olvidando el principio básico de que todo lo que se vio en pantalla es la representación de una situación que nada tiene que ver con su vida personal.

Para conocer más sobre este fenómeno, desde Cubalite conversamos con Roberto Espinosa Sebazco, actor que encarna al malvado padrastro. Él resume que toda la polémica se generó, primero, por el tema tan sensible, y luego, por la circunstancia del coronavirus que nos hace estar en casas, pendientes del televisor.

“El espacio televisivo de la novela ha sido históricamente criticado y acusado de no representar la realidad, con censuras para ciertos temas, por sus alusiones a cuestiones banales, pero esta vez trata de algo muy serio y al público le impactó.

“Aceptamos cierta violencia en Tras la Huella o en seriales extranjeros, pero ahora con una escena así muchos se alarmaron. Es un tema delicado lo que ha hecho que se centre la atención en la novela cubana, un género tan nuestro, inmortalizado por un grande como Félix B. Caignet y El derecho de nacer, donde países como México, Colombia y Brasil son los que se llevan los méritos por sus grandes producciones.

“Creo que por primera vez a la gente le interesa la novela cubana mucho más que la brasileña, y eso es debido al fuerte tema que tocamos y al mensaje que enviamos a las familias de estar alertas. Esto va a marcar un antes y un después”.

La problemática es muy seria, dice Roberto Espinosa, cuyas expectativas con el personaje y la situación se vieron superadas. “Supe que sería complejo desde que leí el guion. La escena no fue gran cosa al momento de filmarla, pero todo el proceso de postproducción la hizo impactante”.

El actor hizo casting para otro personaje de la novela -David, el protagónico-, pero no se sentía cómodo con ese rol. Lo veía muy tranquilo para su gusto, deseaba algo más complejo, y cuando le avisaron que existía la posibilidad de encarnar a René no lo dudó dos veces. Si quería polémica, con él tendría bastante.

Esta foto de la novela cubana ha sido protagonista de numerosos memes en redes sociales. Foto tomada del perfil en Instagram de Rodrigo Gil Echenique (@un_actor_ahi).

Al momento de hacer esta entrevista, Roberto ya ha hablado muchas veces sobre su situación en la serie. Ha dedicado publicaciones en sus redes a aclarar ciertos temas. Ha recibido el apoyo de muchísimos compañeros del gremio. Ha sido objeto de burlas y memes. Ha estado en el centro de debates incomprensibles. Ha demostrado que es un buen actor y que fue capaz de meterse en la piel del personaje y encarnarlo a la perfección.

“Las burlas no me afectan en lo personal, lo triste es que no le den la seriedad al tema que estamos tratando y que se burlen del acoso y la violación. Eso deja mucho que decir de cierto sector de la sociedad. No obstante, a ese grupo le agradezco también, pues esa polémica ha hecho que hasta el que no sabe, cuando ve los memes, quiere enterarse de qué se está hablando, y va entonces a ver la novela”.

Más allá de la escena en cuestión, Roberto agradece al equipo de trabajo, a los actores con los que compartió y con los que tiene una química excelente. “Nos reíamos todo el rato, el único momento de seriedad era cuando grabábamos”.

Puede que ahora mismo René-Machi haya minimizado sus trabajos anteriores y que no te suene su cara, pero también actuó en la novela Vidas Cruzadas (2018). “Hasta el otro día me decían Pablo. Ese fue un personaje que me enamoró cuando lo leí. Encontré puntos en común entre él y yo. Me encantó lo hipersensible que era y los conflictos que tenía”. De esta etapa resalta la dirección de actores de Fernando Hechavarría y el joven equipo de realización.

“Pablo comienza atormentado y al final se convierte en otra persona para bien, al contrario de René. Por suerte, en las dos novelas que he hecho, los personajes han dado de qué hablar y, de manera general, he recibido elogios y agradecimiento por mis actuaciones”.

Roberto ha dejado su paso también por el cine: Luxemburgo (Fabián Suárez), Sergio y Serguei (Ernesto Daranas), Ernesto (Junji Sakamoto), El viaje extraordinario de Celeste García (Arturo Infante), son solo algunas de las obras de la gran pantalla donde ha aparecido. También ha actuado en teleplays y cortos.

Roberto Espinosa es Lachy en VOM. Foto tomada del perfil en Instagram de Jazz Vilá Projects (@jazzvilaprojects).

Antes de todos los audiovisuales ya mencionados, este actor había sido curtido por las tablas. Recientemente, un equipo de Cubalite tuvo la posibilidad de verlo en el rodaje de Vestuario o Maquillaje (VOM), el nuevo proyecto de Jazz Vilá, “una de las tantas locuras mágicas de Jazz donde se emplea el humor, sin tener que recurrir a los recursos de la crítica social muy acostumbrados. Es una verdadera comedia de situación -sitcom-”. Esta obra será estrenada en las redes sociales y forma parte de la iniciativa del director de acercar el teatro al público en tiempos de coronavirus.

En el elenco de Farándula, una de las más representativas de ese director cubano, también estuvo Roberto. “En el teatro en vivo y en la representación live para las redes”, precisa.

Su llegada a las tablas como actor profesional llegó por todo lo alto: Teatro El Público, bajo la dirección de Carlos Díaz. Formó parte de obras como Antigonón. El primer desnudo con la sala llena fue difícil, y los demás los asumió con naturalidad. Esta etapa la cataloga como una escuela y le permitió estar rodeado de grandes de la escena como Fernando Hechavarría y Osvaldo Doimeadiós. También le dio la oportunidad de pisar escenarios del mundo en prestigiosos festivales de Europa y América.

Esa experiencia única la vivió al graduarse de Universidad de las Artes en Cuba. Su etapa en el ISA la recuerda con cariño, gracias a los “del aula”, hoy amigos y, muchas veces, compañeros de rodaje.

Por la Escuela Nacional de Arte (ENA) también dejó su huella. Fue una época de descubrimiento de un mundo desconocido, al cual no tenía claro que quería dedicarse, pero que le cautivó.

La historia del Roberto actor no comienza como la de otros tantos, quizás, con la típica historia del niño que quería ser actor. Siendo muy joven se vinculaba a los matutinos y actividades culturales como escapatoria de las clases. En noveno grado decidió plantearse seriamente qué hacer con su futuro, y entonces le hablaron del teatro. Antes había pensado en San Alejandro, le gustaba dibujar. “Me sugieren que entre al grupo de aficionados Olga Alonso, de Humberto Rodríguez. Ahí me enamoré del teatro. Humberto nos hace amarlo y respetarlo”.

Roberto nació el 18 de abril de 1992, en La Habana. Es feliz y lo transmite. Es sencillo como persona y como actor. Lo hemos comprobado: pese a que está generando varios temas de conversación debido a su actuación, no lo asume como algo grande, ni considera su personaje como difícil. Su rol más complicado, dice, fue en unas pocas escenas de un filme donde debía representar a Fidel.

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