Rogelio Armenteros sobre posible debut en MLB: «Los números están ahí, pero no he corrido con suerte»

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Rogelio Armenteros. Foto tomada de Swing Completo.

¿Qué debe hacer Rogelio Armenteros para debutar en las Grandes Ligas? Esa pregunta se la ha hecho muchísima gente, seguidores o no de la carrera del lanzador habanero. Quien más ha repetido la interrogante, hasta la saciedad incluso, ha sido el propio pelotero. Si se hubiera realizado una encuesta previa al inicio de la pasada temporada de las Grandes Ligas, la mayoría, la gran mayoría de los votantes marcaría la cruz en la casilla que indicaba el estreno del pitcher derecho en la finalizada contienda. Mas eso no ocurrió. Digo, ni la encuesta, ni el debut.

Lo más doloroso de toda esa historia es que el guanabacoense lo más que ha enseñado ha sido, precisamente, que a sus 24 años es un chico listo para mostrar su conflictivo cambio de velocidad en la Gran Carpa. Da gusto detenerse en los números que ha dejado en su paso por las Ligas Menores con los equipos sucursales de los Astros de Houston. Hasta reconocimientos ha elevado a sus anaqueles, el más reciente: lanzador del Año de los Fresno Grizzlies en AAA.

Desde que el scout Alex Jacobs se fijara en él y luego la escuadra de Houston lo firmara en septiembre de 2014, con 20 años, el capitalino presenta en el sistema de granjas, con cinco conjuntos, 29 triunfos, 13 fracasos, 481 ponches y 154 boletos en 430 entradas, su efectividad reposa en 3.18 y le batean para un pobre average de .229. Todo eso en 75 aperturas y 12 relevos.

De sus 29 sonrisas, más de la mitad han surgido en el nivel antesala de las Mayores. Con los Fresno Grizzlies, entre 2017 y 2018 ha sumado 16 éxitos y par de derrotas. Casualmente su balance ha sido de 8-1 en cada temporada y el año anterior tanto su promedio de limpias como el average de sus rivales fueron exquisitos: 2.16 y .203 respectivamente.

Para aumentar su aura, Rogelio lanzó hace poco con los Gigantes del Cibao de la Liga Dominicana, experiencia que constituyó su estreno en las ligas invernales caribeñas. Allí en cinco salidas se anotó dos triunfos, sin reveses y efectividad de 1.17 en 23 episodios, con 22 outs por la vía de los strikes y apenas cuatro transferencias.

Su labor con el Cibao no pudo ser más fructífera, debido a que el permiso que le otorgó los Astros de Houston consistía de 25 entradas, por lo que otra apertura resultaba algo un poco irracional, pues le faltaron dos innings para cumplir el tope.

“En la Liga Dominicana me sentí como en casa. La energía y el ánimo para jugar que tuve fueron parecidos a cuando estaba en Cuba. Estoy agradecido con Dios y con la directiva de los Gigantes por darme la oportunidad de probar mi talento en ese campeonato, lástima que mi tiempo haya acabado tan rápido. Siempre dije que quería lanzar la temporada completa, pero no se pudo. Yo, feliz, porque el tiempo que estuve las cosas salieron bien”, dijo Armenteros a Cuba Lite.

“Me preguntas sobre las razones de un estreno mío en la Gran Carpa que no ha ocurrido y ¿qué te puedo decir? Los números están ahí, pero no he corrido con suerte”, prefiere explicar el lanzador con residencia en República Dominicana, donde tiene un hijo de un año, Thiago.

Con experiencias en selecciones nacionales en categorías inferiores, con Industriales en una contienda e integrante del equipo español al clasificatorio de Panamá con vistas al IV Clásico Mundial, lo más recomendable para Rogelio Armenteros parece ser, como rezan algunas voces, un cambio de casaca urgente que le sirva de puente seguro hacia la MLB.

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D.L.R.

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