Siete años del suicidio del pelotero cubano que asesinó a su novia a tiros

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Serguei Linares. Foto tomada de El Nuevo Herald.

Ahora mismo, Serguei Linares Hernández tendría 39 abriles. Los hubiese cumplido el 1 de febrero. Pero Serguei está muerto. Murió hace más de siete años, exactamente el 7 de febrero, seis días después de su cumpleaños 32. Era un tipo muy saludable físicamente, corpulento, con un tamaño superior a los 190 centímetros, sin embargo, su cabeza lo llevó a cometer una completa locura en cuestiones de segundos. Uno de los mayores escándalos de violencia protagonizado por un pelotero cubano lo firmó él. Su nombre estuvo alrededor de una semana en numerosos medios de prensa de Estados Unidos.

Todo ocurrió el sábado 7 de febrero de 2015. A las 4:43 de la tarde, el lanzador pinareño entró al salón de belleza Salonz Beauty Suites, ubicado en el centro comercial Flagler Park Plaza, en el 8315 West Flagler Street y la avenida 84, al oeste del condado de Miami-Dade. Llevaba un arma de fuego y disparó varias veces a una de las empleadas del negocio, tras una breve, pero intensa discusión. Testigos escucharon tres o cuatro disparos en el concurrido local. Uno de ellos apagó la vida del cubano ipso facto.

Dos minutos después del tiroteo, a las 4:45 de la tarde, la policía de Miami-Dade recibió una llamada reportando el incidente. Linares yacía muerto: se suicidó tras intentar asesinar a Aquilina Nino García, su pareja desde hacía seis o siete años. Desde 2007, aproximadamente, ella trabajaba allí como peluquera.

Aquilina, 19 años mayor que el jugador cubano, fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Kendall Regional. Se encontraba en condición crítica y el martes 10 de febrero, transcurridos tres días de la tragedia, Nino García, panameña de 51 almanaques, falleció en el centro médico debido a las graves heridas.

La policía tenía la esperanza de que se recuperara para tomarle declaraciones y conocer el motivo que condujo al pinareño a dispararle, explicación que nunca se supo. La pareja del cubano dejó un hijo veinteañero, según una publicación en inglés.

¿Quién fue Serguei Linares?

Linares durante su etapa en las Menores con los Piratas.

El fornido derecho debutó con 19 años en la Serie Nacional, en la campaña 2002-2003. Sus condiciones y la confianza del cuerpo técnico de ese entonces le permitieron abrir en 18 de los 22 partidos que lanzó durante la etapa clasificatoria y la postemporada. Con el uniforme de los pativerdes ganó seis, perdió siete y su efectividad quedó por encima de seis. No obstante, al término del campeonato fue elegido como uno de los lanzadores del conjunto Occidentales en la II Superliga (2003).

Su segunda y última contienda fue la 2003-2004, en la que tuvo menos actuaciones. Dueño de una gran velocidad, superior a 95 millas, sus números en dos temporadas y en la Superliga fueron los siguientes: 37 juegos, 26 iniciados, siete éxitos, diez fracasos, dos salvados, 5,59 de carreras limpias, 49 extrabases y 111 ponches y 86 boletos en 162.2 innings.

En 2005 salió vía clandestina de Cuba y pronto se estableció en República Dominicana con el objetivo de firmar con una organización de Grandes Ligas. Pasado un tiempo, el reconocido representante Jaime Torres comenzó a asesorarlo en sus trámites migratorios.

A finales de 2006 estuvo a punto de acordar con los Medias Rojas de Boston por casi medio millón de dólares, pero el pacto no se concretó debido a que el pinareño tenía una rotura parcial de los ligamentos por una deformidad en los huesos del hombro derecho, de acuerdo a una nota de El Nuevo Herald, publicada en 2015. Sin embargo, en los primeros meses de 2007 firmó con los Piratas de Pittsburgh por 125 mil dólares.

Con la franquicia permaneció apenas par de temporadas, 2007 y 2008, y avanzó hasta Clase A+. Logró balance de 7-9, mayormente como abridor, con efectividad de 4,70, 65 ponches y 82 boletos en 138 entradas y 132 indiscutibles. Actuaciones inestables y una evidente pérdida de velocidad en sus envíos (entre 86 y 88 millas generalmente) provocaron su despido.

A tenor con la publicación de El Nuevo Herald, tras desvincularse del béisbol, en su último trabajo cargó y descargó equipajes de los aviones en el Aeropuerto Internacional de Miami.

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