Sergio Oliva, el único que pudo vencer a Arnold Schwarzenegger

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Foto tomada de Pinterest.

La muerte de un dios es algo que generalmente asociamos con una hecatombe de proporciones épicas. Pese a ello, casi nunca nos detenemos a pensar que los grandes hombres, endiosados por nosotros mismos, pueden caer en el campo de batalla debido a razones tan terrenales como un disparo en el pecho o un inoportuno clavo oxidado.

El final de Sergio Oliva llegó el 12 de noviembre de 2012 a causa de una insuficiencia renal. Vencido por el implacable efecto del tiempo sobre sus riñones, dejó de existir en Chicago un hombre que había trascendido mucho antes el estatus de leyenda: ningún otro ser humano pudo —ni podrá— morirse con la certeza de haber derrotado en una competencia de fisiculturismo al mismísimo Arnold Schwarzenegger.

Este cubano nació el 4 de julio de 1941, en Pinar del Río. Veintiuno fue el saldo final de hermanos que le tocó tener. Muchas arrobas de caña tuvieron que cortar entre todos para poder ayudar a mantener a la familia.

Cansado del intenso “corte” bajo el sol del Caribe, a inicios de los 60, el forzudo muchacho decidió tomarse unas vacaciones cerca del mar. Allí, la pura casualidad quiso que alguien notara su figura y le invitara a entrenar en un gimnasio. A estas alturas no queda claro si sus inicios tuvieron lugar en un sitio localizado en la pinareña calle Maceo, o si sucedieron en el “Roger González” de la capitalina Guanabacoa. Lo cierto es que para 1962, luego de entrenar en la Unión Soviética y de proclamarse rey absoluto de las 198 libras en Cuba, el muchacho se ganó con un puesto dentro del equipo de levantamiento de pesas que asistiría a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Kingston ’62.

A Jamaica llegó Oliva con la etiqueta de favorito, avalado sobre todo por su inclusión en el top-ten de los mejores halteristas del mundo. De cualquier manera, aquella medalla nunca fue, pues sin siquiera haberse inscrito en la lista de participantes de la cita multideportiva, Sergio decidió refugiarse en la embajada estadounidense y, poco tiempo después, ya era un habitante más de Miami.

Con 21 años cumplidos, el inexperto recién llegado decidió usar su descomunal fuerza para ganarse la vida. Trabajó descargando camiones y también se dedicó a la reparación de televisores. Más tarde asumiría lo obvio: Florida era sólo un lugar de paso. Así fue que agarró sus “cheles” y se largó hasta Chicago.

En el ’63 se encontró con Bob Gajda en un gimnasio de la YMCA, y ahí supo que había tomado la decisión correcta. Gajda, que había sido Mr America, vio desde el primer momento que aquel negro tenía potencial y lo puso de inmediato bajo un régimen de entrenamiento que terminaría por convertirlo en una escultura humana.

Lógicamente, como en toda buena historia, hubo sus inconvenientes. Pasó que entre la burocracia migratoria y la discriminación racial, el joven tuvo que pasar un tiempo en stand by. Después de esa pausa, resultó que tampoco tenía el apoyo de la Unión Atlética Amateur (AAU, por su siglas en inglés), organización que no estaba demasiado a favor de que un negro cubano formara parte de deporte en la llamada “tierra de las oportunidades”. Así fue que Sergio determinó afiliarse entonces a la Federación Internacional de Fisiculturismo (IFBB, por sus siglas en inglés).

En 1967, Larry Scott era la principal figura de la disciplina. Rebautizado como The Legend (La Leyenda), el nacido en Idaho había dominado las dos primeras ediciones del entonces incipiente concurso Mr Olympia, y ese año buscaba su tercer título al hilo. Nadie le había hablado de Sergio Oliva.

Sólo cuatro años después de comenzar a entrenar de manera sistemática para moldear su cuerpo, el de la Mayor de las Antillas se había convertido en un «mastodonte». Sus 1.78 metros y alrededor de 116 kg de masa corporal, 36 de las cuales eran puro músculo, le hacían lucir como un candidato serio al premio más prestigioso para los bodybuilders.

Su ascenso a la gloria en el ’67 tuvo varias dosis de sorpresa, pero la verdad es que su imagen no dejaba lugar a las dudas: Oliva poseía por aquella época el físico más proporcionado y simétrico al que podía aspirarse. Eso quedó claro un año después, cuando repitió su triunfo de forma incontestable. Sin embargo, no fue hasta el ’69 que llegó su momento más notable.

La última corona “olímpica” de Sergio llegó de la forma en que más se disfruta un triunfo, pues la obtuvo contra el rival más grande de todos: Arnold Schwarzenegger. En 1969 ocurrió la presentación en sociedad de este joven superdotado que había viajado hasta América desde el Viejo Mundo con la intención de convertirse en el mejor “físico” del planeta.

Decidido a destronar al dios antillano, el austriaco se propuso intimidarlo de la misma forma en que lo haría años después con su papel del robot asesino T-800. Aquello no surtió efecto en la mente de Sergio, quien estaba acostumbrado a las largas jornadas de trabajo en una fundición, y a las aún más largas sesiones en la pista de baile junto a su esposa.

Finalmente, Oliva terminó por darle a Arnold, “el bárbaro”, una cucharada de su propia medicina, y le venció, no en una, sino en dos competencias juntas: primero, en la de las poses y los músculos; luego, en la de la mente.

En la siguiente temporada, “Terminator” consiguió la revancha, momento que marcó para Oliva el comienzo de una etapa compleja, durante la cual Sergio se vio privado de participar en el Olympia del ’71 debido a disputas entre varias organizaciones de este deporte. Un tanto desmotivado, el campeón tuvo cierta intermitencia que hizo a muchos pensar en un posible retiro. No obstante, a la altura de 1972, El Mito dejó claro que estaba lejos de sentirse acabado.

Recuperado de su breve bajón, Sergio volvió a la forma que lo había convertido en el rey indiscutible del fisiculturismo. Con las ganas restauradas, sacó pasaje para Alemania, hasta adonde viajó con el objetivo de recuperar su corona. Le tocaría medirse nuevamente a Schwarzenegger, que había pulido un par de defectos y llegaba crecido tras tres títulos consecutivos, más el apoyo de la afición y los jueces.

Dicen los que se llegaron hasta Essen, urbe localizada en el mismo corazón de la cuenca de Ruhr, que el día de la competencia Sergio y Arnold dieron una exposición excelsa de trabajo físico y agresividad sobre el escenario. Chocaron bajo la luz de los reflectores la admirable imagen natural del cubano y la obsesión del austriaco por perfeccionar su figura hasta el límite de lo posible. Aunque venció el intérprete de Predator y Commando, se comenta todavía que aquella victoria pudo haber estado manchada por intereses fundamentalmente económicos, convencidos como estaban Joe Weider y la IFBB de que un blanco generaría más ingresos que un descendiente de africanos.

Un poco roto por aquella decisión, Sergio se mantuvo compitiendo en Europa durante los años siguientes, hasta que en 1983, con 43 almanaques vencidos, regresó al Olympia. En su última participación como profesional, finalizó en un octavo puesto que sirvió para probar su aún intacta calidad como atleta.

Dieciséis temporadas más tarde, sanadas algunas heridas sentimentales y físicas, Sergio Oliva —policía de profesión durante 27 años de su vida—, regresó al centro de atención. En enero de 1999, el hombre conocido como The Myth (El Mito), fue exaltado al Salón de la Fama “Joe Weider” del fisiculturismo mundial. Sin embargo, mucho tiempo antes, el cubano ya se había ganado el respeto de todos gracias a su trabajo duro y dedicación, dos premios para los que no existe vitrina más grande que la inmortalidad.

El mismo hombre que se vistió de “Conan, el destructor”, al referirse a él tras su muerte, declaró: “Sergio Oliva ha sido uno de los grandes fisiculturistas de la historia y un temible competidor con personalidad única”.

Palmarés de Sergio Oliva

1965

  • AAU Junior Mr America – Más Musculado
  • AAU Mr America – Más Musculado

1966

  • AAU Junior Mr America
  • AAU Junior Mr America – Más Musculado
  • AAU Mr America – Más Musculado
  • IFBB Mr World

1967

  • IFBB Mr. Universe
  • IFBB Mr. Olympia

1968

  • IFBB Mr. Olympia

1969

  • IFBB Mr. Olympia

1972

  • WBBG Mr Galaxy

1973

  • IFBB Mr International

1974

  • WBBG Mr International

1975

  • WBBG Mr. Olympus

1976

  • WBBG Mr. Olympus

1977

  • WABBA World Championships

1978

  • WBBG Mr. Olympus

1980

  • WABBA Pro World Cup
  • WABBA World Championships

1981

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  • WABBA Pro World Cup
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