Análisis uno x uno de los cubanos en la final de la Serie del Caribe

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Cuba tuvo que conformarse con el subcampeonato de la Serie del Caribe. Foto: Bienvenido Velasco/ EFE.

Panamá dejó a Cuba con las ganas en la final. Los Toros de Herrera alzaron la corona en la Serie del Caribe gracias a su victoria 3-1 ante los Leñadores de Las Tunas en choque disputado en el estadio nacional Rod Carew. Cuba Lite repasa la actuación de todos los cubanos que intervinieron en el encuentro decisivo.

Yuniesky Larduet, jardinero central (4-1): El hombre proa de los Leñadores fue una de las pocas noticias positivas para Cuba a nivel ofensivo. En la final, ante la efectividad de los lanzadores rivales, supo que la posibilidad de llegar a primera dependía de la velocidad de sus piernas y lo logró en la sexta entrada mediante un buen toque de bola. Sus compañeros le fallaron y no pudo avanzar. En el último episodio estuvo a punto de arribar a la inicial con un rolling lento que rozó al lanzador, pero el camarero panameño estuvo rápido y sacó el out. A nivel defensivo no tuvo complicaciones.

Jorge A. Yhonson, jardinero derecho (4-0): Lamentable. Estuvo mal durante toda la Serie del Caribe y en la final confirmó que no es un pelotero para equipo Cuba. Su único destello lo mostró en la cuarta entrada cuando fue víctima de una excelente atrapada del short stop de los Toros. En la sexta, con Larduet en primera, falló tres intentos de toque bola al precipitarse con lanzamientos muy fuera de la zona de strike. Incomprensible que Pablo Civil le dejara batear en el noveno inning. Durante sus cuatro turnos fallados se mostró inseguro en el cajón de bateo. Sin trabajo defensivo.

Frederich Cepeda, bateador designado (3-0): Solo hizo un buen swing y fue puesto out gracias al guante del segunda base panameño. Bateó para doble play en el sexto capítulo y fue sustituido por Vizcaíno en el final del juego. Apenas impulsó una sola carrera en toda la Serie del Caribe. Cuba extrañó al mejor Cepeda. En Panamá solo vimos una sombra del gran pelotero que ha sido en eventos internacionales. El hecho de que lo sentaran por un emergente en el noveno dice mucho de su actuación en el torneo.

Alfredo Despaigne, jardinero izquierdo (4-2 / 2B / Ant.): El mejor bateador de los Leñadores en todo el evento. La final no fue una excepción para el cuarto madero, único capaz de embasarse dos veces. Abrió la cuenta de indiscutibles para la escuadra cubana en el segundo episodio. Inició la quinta entrada con un doblete que le permitió anotar la única carrera de los suyos. Luego fue a menos y regaló el último out del choque en un fly al jardín central, cuando intentaba empatar con un jonrón. En defensa se le vio lento al tirar a home en el primer inning. Su inclusión en el equipo causó un mar de controversia, pero gracias a él la mayor de las Antillas fue subcampeona.

Yordanis Samón, primera base (3-0): Luego de un gran torneo, en el partido crucial estuvo totalmente inofensivo. Arruinó la amenaza de la segunda entrada con un doble play. Luego fue retirado de pitcher a primera y en fly al central. Para colmo, cometió el único error de Cuba.

Jorge E. Alomá, campocorto (3-0): Fue de más a menos a lo largo de la Serie. Un ponche y dos roletazos por el cuadro fue todo lo que dejó en la final. Apenas hizo trabajar a los lanzadores rivales, en su primer turno recibió el ponche con solo tres lanzamientos. A nivel defensivo estuvo bien en una doble matanza en el sexto capítulo.

Carlos Benítez, segunda base (3-1 / Imp.): Demostró que es un bateador natural al llevar a home la única carrera cubana en el encuentro. En el quinto, encontró a Despaigne en segunda y lo impulsó con un rolling duro por el centro del terreno, como mandan los cánones. Eso sí, se ponchó par de veces. Pero al menos se metió siempre en conteo y obligó a los lanzadores a esforzarse al máximo para dominarlo. No tuvo fallos ni tampoco grandes aciertos con el guante.

Yurisbel Gracial, tercera base (3-0): ¿Alguien sabe qué pasó con el talentoso matancero cinco herramientas que brilló en Japón? Bajo el sol del Caribe vimos al peor Gracial de los últimos tiempos. Desesperado en el cajón de bateo e inédito en defensa. Lo podemos definir como un jugador gris que en la final se embasó gracias a un error del antesalista, se llevó un ponche y lo retiraron en arrastrada por el cuadro.

Oscar Valdés, receptor (1-0): No estuvo a la altura. Le encomendaron la difícil tarea de sustituir a Alarcón, pero no estuvo bien tanto al bate como con la moscota en mano. Dos veces le robaron impunemente la tercera y una la segunda, pese a que había pedido bola franca. En el único intento de robo que pudo acertar mandó la pelota al center field y el corredor regresó cómodamente a primera. Demasiado presionado por las circunstancias, se ponchó en su único turno al bate. El catcher de Industriales tiene mucho que madurar para acceder en el futuro a otros equipos en el extranjero. Todavía es joven y tiene un gran margen de mejora.

Danel Castro, bateador emergente (1-0): Salió en el quinto por Valdés cuando Cuba tenía hombres en segunda y tercera, gracias al hit de Benítez y el error forzado por Gracial. Luego de un larguísimo turno conectó un elevado a las manos del inicialista. Fue retirado inmediatamente.

Yosvany Alarcón, receptor (1-0): Entró en el sexto a la defensa, tras el cambio de Danel por Oscar Valdés. No tuvo complicaciones detrás del plato, pero en el cajón de bateo el estadio Rod Carew lo vio fracasar por enésima vez. Se ponchó sin ofrecer resistencia en el octavo. Se fue en blanco en la Serie del Caribe. Mal síntoma para el que se supone sea el catcher titular de Cuba. Ojalá Frank Camilo Morejón se recupere pronto.

Yurién Vizcaíno, bateador emergente (1-1 / 2B): El líder empujador de la Serie Nacional apenas contó para Pablo Civil a lo largo del campeonato. En el noveno, ya con dos outs, tuvo la oportunidad de batear y conectó un doble que dio el último sorbo de esperanza a la selección cubana. Luego Despaigne falló y se acabó el juego.

Freddy Asiel Álvarez, lanzador abridor (6.2 inn / 3 CL): Una vez más la suerte abandonó al villaclareño. Salió mal en el primer episodio, cuando permitió un doble y par de sencillos de forma consecutiva, pero luego recuperó el tono y forzó un doble play. Retiró la segunda y la cuarta entrada de uno, dos y tres. No hizo lo mismo en la tercera debido al error de Samón. Sostuvo la velocidad sobre las 90 millas/hora. En total permitió cinco hits, dos de ellos biangulares. Regaló un boleto y consiguió un ponche. En el séptimo inning, ya con dos out, le conectaron un texas que se convirtió en doble y Civil le sustituyó. La carrera entró por la inefectividad del relevo.

Vladimir García, relevista (0.0 inn): Salió con dos out en el séptimo y lanzó un wild pitch que llevó al corredor a 90 pies del home. Luego le conectaron un sencillo y entró la tercera carrera panameña. Automáticamente fue extraído de la lomita.

Liván Moinelo, relevista (1.1 inn): Cerró el juego sin mayores contratiempos logrando un ponche y tres rolling out. Cuando se le concede el descanso adecuado, se muestra como el relevista de gran nivel que es, con rectas por encima de las 90 millas y la curva como un puñal.

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Jose Raul

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