Tras una pálida Serie 59, Jesús Daniel Olivera regresa con mucha incertidumbre sobre él

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Jesús Daniel Olivera. Foto: Roberto Santiago/ Vanguardia.

En los últimos días de mayo de 2019, el villaclareño Jesús Daniel Olivera participaba con Matanzas en el Campeonato Nacional Sub 23. Al no poder representar a su territorio en la justa para menores de 23 años, el joven receptor decidió, de manera inteligente, no perder meses de juego y enrumbar su carrera hacia otra provincia, aunque fuera por poco tiempo. De ahí que realizó una movida cercana y se incorporó desde el inicio al plantel yumurino dirigido por Arlex Vázquez. Compartía su posición con Evelio Hernández, Juan Manrique Jr. y Andrys Pérez.

En aquel entonces, Olivera declaró a Radio Rebelde que estaba entre dos aguas, pues tenía previsto continuar en Matanzas para la Serie Nacional, sin embargo, desde Villa Clara le informaron que se encontraba en la preselección de su provincia con vistas a la temporada 59. El cátcher agregó que se trasladó hacia la Atenas de Cuba con una carta de liberación por un año, la cual le permitía intervenir en todos los eventos con ese territorio durante el tiempo en cuestión. Es decir: Nacional Sub 23 y Serie Nacional.

En definitiva, el jugador natural del municipio Remedios concluyó la justa y pudo intervenir en su cuarta contienda en el torneo beisbolero élite de Cuba, esta vez con Matanzas, como bien indicaba el acuerdo.

Recuerden que Jesús Daniel prácticamente estuvo forzado a buscar mejor suerte fuera de su provincia, a causa de grandes discrepancias con Ariel Pestano, manager del elenco naranja en el Sub 23, quien priorizó en dos ediciones la figura de su hijo en la receptoría, mientras que Olivera recibía escasas oportunidades en esa posición y era más utilizado en la inicial, como bateador designado o emergente.

En la pasada Serie se esperaba que el villaclareño fuera una suerte de bálsamo para el mentor debutante Armando Ferrer, ante la ausencia del titular en la receptoría, Ariel Martínez, quien se perdería buena parte del campeonato por sus compromisos en Japón con los Dragones de Chunichi. Por otra parte, las cosas se le pusieron más fácil cuando en septiembre se anunció la baja del equipo de Orlando Arencibia, máscara en las filas yumurinas en los últimos certámenes.

Sin embargo, la realidad fue completamente diferente. Si todo apuntaba a que la Serie 59 sería un evento de mayores oportunidades para el remediano, eso no ocurrió, y no precisamente porque Ferrer le haya dado poco valor a su presencia. Su bate estuvo muy silenciado, pues en 30 partidos (primera vez que acumula dos cifras en este indicador en la Serie) bateó .111, gracias a tres imparables en 27 veces al bate, con dos anotadas, ningún extrabase, cuatro boletos y ocho ponches, casi uno cada tres oportunidades.

Ante esa pobreza ofensiva, hasta la incorporación de Ariel Martínez, fue el bisoño Andrys Pérez quien mayormente defendió la receptoría, haciendo un buen trabajo a sus 18 años: average de .281, OBP de .346, tres dobles, par de jonrones y 10 remolcadas. Luego, con las inclusiones de Martínez y del refuerzo artemiseño Andy Cosme, las chances de jugar se complejizaron muchísimo más para el villaclareño.

Al final, pudo ser parte de un título histórico logrado por los Cocodrilos y sumar su segunda medalla en la Serie Nacional, pues en la edición anterior quedó subcampeón bajo las órdenes de Eduardo Paret. Pero el propósito con el que llegó a Matanzas, de refrendar el talento demostrado en categorías previas, no lo cumplió.

Al caducar su autorización de estar un año con elencos yumurinos, el pelotero de 22 abriles regresó a Villa Clara con el afán de jugar su quinta Serie y fue uno de los preseleccionados en su posición de cara a la Serie 60, junto a Yulexis La Rosa, Julio Enrique Miranda, Luis Darío Machado y Leonardo Montero. Jesús Daniel, a finales de agosto, fue anunciado como uno de los integrantes del plantel naranja.

Su retorno a las filas villaclareñas, comandadas ahora por el avileño José Antonio García Uña, puede suponer otra buena oportunidad para Olivera y esa pretensión de ser algún día el máscara titular de su provincia.

Yulexis es un atleta que supera las cuatro décadas de vida, tiene mucha voluntad, es cierto, pero el desgaste físico a su edad es algo que su posición no suele perdonar, por lo que verlo como titular toda la temporada es algo impensable. Por otra parte, Javier Fusté, quien parecía ser el sustituto de La Rosa, dejó la Serie Nacional.

En medio de este panorama, Jesús Daniel Olivera debería ponerle mucha gana y seriedad al asunto de luchar por la titularidad a corto plazo. La Serie 60 será crucial para este catcher y para despejar varias incertidumbres que sobre él habitan.

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D.L.R.

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