Yuliesky González: “Llegó la hora de decir adiós”

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Yuliesky González fue uno de los mejores lanzadores zurdos de Cuba en lo que va de siglo. Foto tomada de Zona de Strike.

Cuando comience el 12 de septiembre la Serie Nacional de béisbol, el equipo de Artemisa sentirá la ausencia de uno de sus jugadores más fieles. Disciplinado, impetuoso y ejemplarizante, Yuliesky González Ledesma determinó decir el adiós definitivo que tan difícil le resulta a cualquier deportista. El almanaque no perdona, suelen decir los viejos, y el zurdo cumplió 40 años el 20 de junio, una edad que le permitió reflexionar y colegiar con su familia que ya era el momento preciso para el retiro. Yuliesky González se retira, 23 temporadas después.

Dice adiós con 150 triunfos que pudieron ser más, tal vez 170 o poco menos, de no haber desaparecido el equipo Habana. Por cierto, con ese cúmulo de victorias se ubica en el top three histórico de los lanzadores con más éxitos en la extinta novena. También dejó para la posteridad buen promedio de limpias (3,92), 1563 ponches, 880 boletos y en 435 juegos lanzados le batearon .275.

Sin discusión, se halla entre los mejores pitchers de su mano en el siglo XXI en nuestro país. En la Serie 47 fue artífice de un impresionante récord de 15 éxitos y ningún revés, en tanto sus actuaciones con selecciones nacionales en varias categorías quedaron registradas en cerca de 20 torneos y topes. El único certamen de gran nivel que no aparece en su expediente son los Juegos Olímpicos, al cual no acudió por una tamaña injusticia que trataremos más adelante.

Considera que más de 20 Series Nacionales para los lanzadores es bien agotador, y a pesar de que físicamente se siente bien, las exigencias de los entrenamientos y de trabajar una temporada entera, su cuerpo no lo asimila como cuando tenía 25 o 30 años. “Los resultados han ido descendiendo, este es el mejor momento para decir adiós y afortunadamente mi familia me apoyó”, agregó el alquizareño.

“Desearía que me recordaran como la persona humilde y disciplinada que siempre fui dentro y fuera del terreno. Ahora comenzaré una nueva etapa como entrenador y todo el apoyo de mi pueblo lo agradecería. Las nuevas generaciones recibirán mis conocimientos, ya tengo experiencia como manager en la Serie Provincial y debuté ganando el campeonato. Donde me llamen, estaré, te lo garantizo.

“Está entre mis objetivos dirigir algún día el equipo de Artemisa en la Serie Nacional, es una experiencia que no quiero dejar de probar. Creo que dejé una huella en el pitcheo de mi provincia, resultado de mi sacrificio y muchas comprensiones por parte de mi familia, por lo que todo lo aprendido lo pondré en función del béisbol de mi territorio y de Cuba”, declara Yuliesky.

Tu primera selección nacional fue a un Campeonato Panamericano 15-16 años, celebrado en Estados Unidos, en 1996.

“Ese evento fue en San Luis y mi única salida fue contra Argentina, le gané. Terminamos con la medalla de bronce, después conformé el equipo Cuba juvenil que asistiría a un Panamericano en Colombia, pero por razones de seguridad en ese país no hicimos el viaje. Antes de ese evento viajamos a un tope en México, trabajé en dos juegos y recuerdo que enfrentamos a un equipo profesional”.

Llegaste a la Serie Nacional en la temporada 1997-98, aún eras juvenil.

“Efectivamente, en Guantánamo fue mi primera presentación con el desaparecido equipo Habana. En mi segundo año de juvenil estaba en la Liga de Desarrollo, era uno de los principales talentos de la provincia, y al reanudarse la Serie, Pedro Luis Rodríguez, director en aquel momento, me subió. La primera subserie fue contra Santiago de Cuba y no trabajé, entonces en Guantánamo salí de relevo durante cuatro entradas y recuerdo que Ariel Benavides me dio jonrón. Él fue también el primero en conectarme un imparable”.

Dicen que Pedro Luis era un tipo difícil.

“Era un director muy exigente, eso sí, parecido a Víctor Mesa en ese sentido, pero Víctor era más expresivo, de gestos, quizás con una pedagogía incorrecta. De Pedro Luis decirte que era un poco complejista, propio de su carácter, pero tremendo manager, él fue quien primero confió en mí”.

Yuliesky formó parte del mejor cuerpo de pitcheo que tuvo el equipo Habana en su historia. Foto: Alex Castro.

Cuando llegas al equipo Habana no quedaban muchos exponentes de esos recios bateadores que integraron los Mulos del Oeste. Contigo, con Jonder Martínez, José Ángel García y otros lanzadores que luego aparecieron, el conjunto habanero dispuso con los años del mejor cuerpo de pitcheo de Cuba.

“Como bien tú dices, cuando entramos al equipo muchos de esos excelentes bateadores ya no estaban, se habían retirado. Quedaban Macías, Andy Morales, Pedro Arozarena, Luis Ignacio… mientras que el pitcheo era el punto débil, José Ibar constituía nuestro as en la rotación. Algunos de nosotros poco a poco fuimos estableciéndonos en la Serie Nacional, gracias a Javier Gálvez y Bernardo “Navaja” González, excelentes entrenadores de pitcheo.

“Nos enseñaron muchos trucos para lanzar, trabajaron seriamente en nuestras deficiencias, redondearon el talento que traíamos de los juveniles. Ya después, años más tarde, logramos armar un cuerpo de pitcheo tremendo, se incorporaron Lahera, Pedrosito y Miguel Alfredo, y nuestro equipo se convirtió en uno muy competitivo. Discutimos dos finales y ganamos una”.

Tu primera oportunidad con la selección nacional absoluta llegó en 2005, en el Mundial de Holanda, pero no es muy conocido que integraste la preselección para la cita del orbe de 2001, en Taipei de China.

En 2001 fui a una cuadrangular efectuada en Nicaragua. El equipo nuestro estaba compuesto, mayormente, por jóvenes talentos. Cepeda, Navas, Eriel Sánchez y otros jugadores que luego permanecieron durante varios años en el conjunto nacional. Cuando regresamos, a los más destacados nos llevaron para la preselección del Mundial de ese año. Topé contra los nicas, que devolvieron la visita, y Puerto Rico, pero los lanzadores de ese equipo eran estrellas: Contreras, Maels, Lazo, Ibar, entre otros.

“En 2005 tuve el privilegio de integrar el equipo Cuba al Mundial de Holanda, donde logramos el último título en ese tipo de eventos. Me fui con tres victorias en igual cantidad de salidas, pues derroté a Brasil, Canadá y Panamá, a este último país en la semifinal”.

En la temporada 2007-08 te consagraste con tu mejor contienda, por mucho, y además, ese gran campeonato tuyo es uno de los mejores que se recuerda para un lanzador en Cuba. Sin embargo, quedaste fuera en el último momento del plantel subcampeón en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

“Yo participé en Juegos Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe, Copas del Mundo, Preolímpicos, Copas Intercontinentales, pero no tuve la suerte de acudir a los Juegos Olímpicos. En 2008 no me llevaron a Beijing, y eso que venía de mi mejor temporada, gané 15, no perdí y tuve una preparación buenísima. Conformaron el equipo y yo estaba, pero los entrenadores dijeron que no se confiaran, pues podría haber cambios antes del Congresillo Técnico.

“Estábamos en Corea del Sur y pocos días después me llamaron a una habitación, con la presencia de todos los entrenadores. Me dijeron que decidieron sustituirme y así Yuliesky González quedó fuera de Beijing 2008. Fue una injusticia muy difícil de digerir, no se trataba de cualquier evento.

“Yo me gané ir a ese torneo, pues además de mi balance de 15-0, fui líder en ponches, primero en victorias y tercero en efectividad, con 2.25 ¿Qué más debía hacer? No cometí ninguna indisciplina, como se dijo en su momento, siempre fui un pelotero disciplinado. Me fui con un trago amargo, no puedo decirte otra cosa”.

En el Mundial desarrollado en Europa, en 2009, vuelves a ganar tres partidos y a ser uno de los responsables principales de que Cuba lograra el boleto a la discusión del oro, tras una brillante apertura frente a Canadá en semifinales.

“Jugamos en tres países. Comenzamos en Barcelona, España, y no lancé, luego viajamos a Holanda y debíamos ganarle al equipo anfitrión para avanzar a la etapa siguiente. Ese partido lo gané yo y clasificamos a la fase final en Italia, donde teníamos que derrotar al conjunto de Canadá, que había tenido un torneo muy bueno. Me dieron la responsabilidad de abrir en ese encuentro de semifinal y lo hice muy bien, solo permití una carrera y propiné 10 ponches en ocho entradas. Por el oro perdimos contra Estados Unidos en un desafío que inició Vera”.

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Si bien no pudiste estar en los Juegos Olímpicos, en dos ocasiones participaste en el Clásico Mundial, en las ediciones de 2006 y 2009.

“Afortunadamente estuve en dos Clásicos, especialmente en el de 2006, cuando logramos el que para mí es el resultado más grande del béisbol cubano. Muy pocas personas contaban con que el equipo cubano discutiera el oro y hasta allí llegamos, solo que perdimos con Japón en un juego muy emocionante. También estuve en la nómina para la tercera edición, pero me sucedió algo parecido a lo que pasó antes de los Juegos Olímpicos de Beijing, luego me quitaron.

“El día que tenía que entrar al hotel en La Habana, llamé a la Comisión Nacional para conocer la hora de ingreso y me respondieron que no tenía que entrar porque me habían quitado. Nunca supe la razón. Pero ya eso no importa, lo importante es que jugamos contra muchos peloteros de renombre de Grandes Ligas”.

Como resultado de tu participación en el II Clásico, circuló por internet una foto muy sugestiva en la que aparecían tú y Ariel Pestano. Parecía que discutían, ¿qué ocurrió realmente?

“Esa foto fue en el juego que lancé contra Japón. Sí, el fotógrafo nos cogió en un momento que estábamos discrepando por un lanzamiento que yo quería tirar y él no estaba de acuerdo. Durante el inning no nos pusimos de acuerdo con ese envío y cometí un balk, y luego en el dugout tuvimos algunas palabras. Eso quedó ahí, fue producto del calor del juego. Pestano es mi amigo, tremendo receptor, por cierto”.

Ganar 15 partidos y no perder, además de ser líder en ponches y tercero en promedio de carreras limpias, no es cosa fácil ¿Mucha tensión en esa Serie 47?

“Al principio uno va ganando y ganando y puede que no repare en nada. Pero ya después que pasé la victoria número 11 y comprendí lo que estaba haciendo, comencé a sentir la presión de mantenerme invicto y luchar por el récord. Esa temporada, Jonder Martínez y yo estábamos muy bien, ninguno de los dos había perdido, hasta que en la subserie contra Villa Clara él fracasó y al día siguiente yo triunfé y nos desempatamos en juegos ganados.

“Cuando llegué a once victorias, tuve una salida mala contra Guantánamo, en el estadio Nelson Fernández, y exploté en el quinto, me hicieron cinco limpias y dejé el juego perdiendo por una buena diferencia. Por suerte el equipo se fue pegando y en el noveno inning sacan a batear a Alberto Toledo, quien le conectó jonrón a Alexander Rodríguez, que estaba durísimo. El juego se empató y le dije a Jonder que si no perdí ese partido, no caería en ninguno y así fue.

“La victoria 15, que me dio el récord, la conseguí en la última subserie, ante el Cienfuegos de José Dariel, Osvaldo Arias, Puig, Arruebarruena. Solo me dieron par de hits en ocho entradas, la verdad es que esa contienda sicológicamente me mantuve muy fuerte, con el apoyo de muchas personas, incluida mi familia toda”.

Durante tus 23 Series Nacionales clasificaste a varias postemporadas, disputaste dos finales y en 2009 lograste tu único título, cuando La Habana derrotó a Villa Clara.

“Sí, dentro de mi carrera deportiva esas dos finales tienen un lugar muy especial. En 2005 perdimos frente a Santiago de Cuba en un play off que se extendió hasta el sexto juego. Ya en 2009, con un pitcheo sólido de nuestra parte, derrotamos a Villa Clara en cinco encuentros.

“En el cuarto partido le dije a Gálvez que yo lanzaría, tenía cuatro días de descanso pero yo quería que la final se acabara en ese juego. Sin embargo, no pudimos esa jornada sentenciar el play off, Ernesto Molinet hizo un error costoso a un out de ser campeones. Lancé muy enfocado, propiné 12 ponches. Al día siguiente, Miguel Alfredo metió un súper partido desde el box y acariciamos la gloria por primera vez”.

Es duro perder a tres buenos amigos que murieron de manera súbita: Pedrosito, Miguel Alfredo y más reciente Dany Valdespino.

“Duro es poco, fueron tres amigos excelentes. Yadier y Miguel Alfredo, dos jóvenes repletos de talento, Dany, un manager muy capaz, con muchos deseos de hacer las cosas bien. En la Serie 59 el equipo completo sintió su ausencia. Los tres eran personas especiales”.

En 435 partidos de faena, solamente te expulsaron una vez. La disciplina la supiste controlar muy bien.

“Ya te digo, la disciplina fue y es una de mis principales armas. Esa expulsión ocurrió en Artemisa, en 2009 o 2010, durante un choque contra Holguín. Oscar del Rosario me dio jonrón y en el turno siguiente le lancé pegado y salió un pelotazo que no fue intencional. Automáticamente me botaron”.

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